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DERECHOS HUMANOS
La acción, liderada por el Gobierno federal y organizada por el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía (MDHC), contó con la participación de varias instituciones, además de la Policía Federal, Gobiernos estatales y concesionarias aeroportuarias - Foto: Divulgação
Siguiendo las determinaciones del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el Gobierno federal organizó un amplio operativo de atención humanizada para recibir, el sábado 15 de marzo, en Fortaleza, a 127 brasileños repatriados desde Estados Unidos. Se trata de 97 hombres y 30 mujeres, entre ellos nueve niños, un adolescente y un anciano.
Desde Fortaleza, la capital de Ceará, donde recibieron una acogida digna y adecuada, 76 personas viajaron a Belo Horizonte en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). En la capital de Minas Gerais, Belo Horizonte, encontraron la misma estructura de acogida establecida en Ceará. Los otros 51 repatriados permanecieron en Fortaleza. De estos, 38 abandonaron el aeropuerto por cuenta propia y los demás fueron recibidos por el equipo federal. Dos repatriados fueron enviados a la Justicia.
Según Viviane Freitas, residente en São Paulo y detenida al cruzar la frontera de México con Arizona (EE.UU.), la recepción organizada por el Gobierno federal representó un alivio tras todos los momentos difíciles que enfrentó hasta llegar a Brasil.
“El pueblo brasileño es un pueblo totalmente acogedor. Eso lo decíamos incluso allá, en el centro donde estábamos, porque tuvimos contacto con personas de varios países. Y siempre decíamos que el pueblo brasileño es totalmente acogedor. Y aquí no fue diferente. Ustedes fueron acogedores. Nos recibieron con los brazos abiertos. Nos están brindando total apoyo, a todos, sin distinción de raza, color ni nada”, agradeció.
Christie Anne de Andrade, del estado de Mato Grosso, tuvo una opinión similar. “Me gustó mucho, sinceramente. Jamás esperaba lo que hicieron aquí. Fue una sorpresa agradable. Hubo baños, hubo medicación para quienes la necesitaban, hubo comida, hubo de todo. Y hasta para regresar a nuestro estado, para quienes tienen problemas o están sin dinero por todo lo que ha pasado, nos están dando las condiciones. Me pareció maravilloso”, expresó Christie.
ATENCIÓN DIFERENCIADA – José Maria Costa fue uno de los repatriados que desembarcó en Belo Horizonte. Después de pasar cuatro meses en Estados Unidos esperando su regreso a Brasil, contó que sintió alivio al volver a su país. “Al regresar a Brasil, me sentí más seguro. No le recomiendo a nadie ir a Estados Unidos para pasar por la humillación que viví allí. No le aconsejo a nadie, ni a un padre ni a una madre de familia, enfrentar lo que enfrenté para ir a Estados Unidos”, expresó.
“Nuestro Brasil es un país muy rico, no vale la pena salir de él para ir a Estados Unidos. La acogida aquí fue muy tranquila, diferente. Todos nos recibieron en nuestra primera parada (en Fortaleza), y aquí también fue tranquilo. Fue excelente y estoy muy agradecido por este cariño. Este tipo de acogida es muy importante, porque permite que la persona llegue, cuente los detalles de su trayectoria y reciba el tratamiento adecuado en Brasil, por parte de los Derechos Humanos”, continuó.
ACOGIDA – El secretario Nacional de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, Bruno Renato Teixeira, dio detalles sobre cómo funcionó la operación en Fortaleza y Belo Horizonte. “Nuestra visión como Gobierno federal es que, una vez en territorio nacional, las garantías de los derechos humanos y constitucionales de los brasileños serán preservadas”, destacó.
Teixeira explicó que en Ceará se puso a disposición un equipo para recibir a los repatriados, en colaboración con el Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre (MDS), la Policía Federal, estructuras del Gobierno federal y el apoyo del Gobierno del Estado de Ceará. “Las instituciones llevan a cabo este proceso de acogida de manera humanizada, realizan un filtro inicial, identifican las principales necesidades que tienen en su proceso de repatriación a Brasil. Al llegar a Minas Gerais, el equipo también está preparado para garantizar esa acogida y asegurar que regresen de manera segura a sus hogares”, explicó el secretario.
AMPLIA COORDINACIÓN – La acción liderada por el Gobierno federal y organizada por el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía (MDHC), en colaboración con los ministerios de Salud (MS); Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre (MDS); Relaciones Exteriores (MRE); Justicia y Seguridad Pública (MJSP); y Defensa (MD), contó con el apoyo de la Policía Federal, los Gobiernos estatales y las concesionarias aeroportuarias Fraport Brasil y BH Airport. El objetivo principal fue garantizar una recepción adecuada y humanizada a los ciudadanos que regresaron a Brasil.
FORTALEZA – En la capital de Ceará, todo el trabajo de acogida se llevó a cabo en un Centro Avanzado de Atención, instalado en el Aeropuerto Internacional de Fortaleza. Este servicio contó con una estructura adecuada, con acceso a agua, alimentación, puntos de energía, internet y baños, además de un equipo multidisciplinario compuesto por asistentes sociales y psicólogos. Asimismo, se brindó apoyo en temas relacionados con documentación y regularización migratoria.
BELO HORIZONTE – En Minas Gerais, el grupo fue recibido en la sala de autoridades del Aeropuerto Internacional de Belo Horizonte, que fue transformada, excepcionalmente, en un Centro de Acogida para Repatriados. La estructura también incluyó acceso a agua, alimentación, puntos de energía, internet y baños. En el lugar, se habilitaron canales de comunicación para que los brasileños que desembarcaron pudieran contactar a sus familiares y recibir orientación sobre servicios públicos de salud, asistencia social y trabajo, como regularización de vacunas y matrícula en la red educativa.
OTROS VUELOS — El pasado 21 de febrero, el Gobierno federal recibió un vuelo con 94 brasileños repatriados de los Estados Unidos, quienes desembarcaron en Fortaleza antes de seguir hacia Belo Horizonte. Antes de eso, el 7 de febrero, el equipo de apoyo federal había recibido a 111 brasileños repatriados de los Estados Unidos, quienes también llegaron a Brasil a través de la capital de Ceará y, posteriormente, siguieron hacia la capital de Minas Gerais. En enero, agentes públicos acompañaron la llegada de un vuelo con repatriados que aterrizó en Manaos, Amazonas, el 24 de enero y, al día siguiente, una aeronave KC-30 de la FAB con 88 brasileños repatriados aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Confins, en Belo Horizonte, por determinación del presidente Lula, con el objetivo de garantizar los protocolos de seguridad del país.