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REFUGIO
La política brasileña para migrantes, refugiados y apátridas avanzó en 2024
- Foto: GettyImages
Partidario de una postura humanitaria para recibir y acoger a las personas que han tenido que abandonar su país de origen por razones políticas, sociales, económicas o religiosas, Brasil está debatiendo la elaboración de una Política Nacional de Migración, Refugio y Apatridia. Al mismo tiempo, en los últimos años, el Gobierno federal, a través de la Secretaría Nacional de Justicia (SENAJUS), ha mantenido una política coherente de concesión de refugio y repatriación de brasileños procedentes de zonas de conflicto.
Hasta octubre de 2024, la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) había reconocido 13.409 solicitudes de refugio. El órgano colegiado analizó casi el 100 % de los procesos en curso con ayuda de inteligencia artificial, lo que ayudó a agilizar los trámites burocráticos. Hasta septiembre de este año, el país había recibido alrededor de 143 mil migrantes.
Sin embargo, no basta con recibirlos. Es necesario proporcionarles condiciones sociales y económicas, y garantizarles derechos y dignidad a esta población. Con el fin de promover la integración profesional de los refugiados, apátridas y portadores de visado humanitario, en mayo de 2024, la Universidad de Brasilia (UnB), con el apoyo de la CONARE, anunció la exención de tasas para la revalidación de títulos.
Los inmigrantes que hayan completado sus estudios universitarios o de posgrado en Brasil tienen ahora derecho a solicitar un permiso de residencia que les permita trabajar. La resolución del Consejo Nacional de Inmigración (CNIg), publicada en septiembre de 2024, ya está en vigor y tiene como objetivo alinear las políticas migratorias con las demandas del mercado y de la sociedad. Además de ofrecer mejores oportunidades de colocación en el mercado local a los recién licenciados, esta medida garantiza la permanencia de profesionales cualificados en Brasil y, en consecuencia, mejora la mano de obra en el mercado interno.
Asimismo, con el fin de promover la integración y asistencia de la población migrante y refugiada en Brasil, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) y la Federación de Asociaciones Musulmanas de Brasil (FAMBRAS) firmaron en noviembre un acuerdo de cooperación para desarrollar e implementar proyectos y cursos técnico-científicos. En ese contexto, se decidió promover cursos de capacitación y profesionalización, programas de acogida lingüística y acciones de asistencia sanitaria.
El carácter acogedor de Brasil también lo convierte en uno de los pocos países que concede visados humanitarios a las personas afectadas por la crisis humanitaria en Afganistán. Con el fin de fortalecer esta labor, en septiembre de 2024, la SENAJUS inició la selección de organizaciones de la sociedad civil (OSC) interesadas en trabajar en la recepción, el albergue y la inclusión socioeconómica de esta población. Hasta el momento, cuatro organizaciones han presentado propuestas.
POLÍTICA NACIONAL — El año 2024 estuvo marcado por debates para la elaboración de la Política Nacional de Migración, Refugio y Apatridia, que definirá el papel de cada órgano en la promoción de los derechos. Entre septiembre de 2023 y junio de 2024 se celebraron 119 eventos con la participación de 14 mil personas, que culminaron con la 2.ª Conferencia Nacional sobre Migración, Refugio y Apatridia (COMIGRAR) en noviembre en Brasilia (DF).
En los debates participaron representantes de la sociedad civil, del poder público, de organismos internacionales y de universidades, así como personas migrantes, refugiadas y apátridas. Como resultado, se presentaron al Gobierno federal 60 propuestas prioritarias de políticas públicas para migrantes, refugiados y apátridas. Se espera que la política se publique mediante decreto presidencial en 2025.
TRANSPARENCIA — Con el objetivo de elaborar políticas públicas basadas en datos actualizados, la SENAJUS y el Observatorio Internacional de las Migraciones (OBMIGRA) han lanzado una nueva versión de DataMigra BI. La herramienta recoge información detallada sobre los flujos migratorios y de refugio. El boletín anual del OBMIGRA y el Boletín de Migraciones mensual complementan esta iniciativa.
Para ampliar los conocimientos sobre el uso de la plataforma, el MJSP y el OBMIGRA organizaron dos talleres a lo largo del año. El primero, que reunió a más de 350 participantes en el Palacio de Justicia ubicado en Brasilia, trató sobre el uso práctico de los datos y su importancia a la hora de formular políticas. El segundo taller, que contó con la asistencia de 80 personas, se celebró en el Museo de la Inmigración ubicado en São Paulo, capital del estado de São Paulo, y abordó el análisis de datos sobre inmigrantes en el mercado laboral.
Además, gracias a la creación de la sala de situación en el OBMIGRA, se ha creado un espacio dedicado al monitoreo y la planificación de las cuestiones migratorias. Esta iniciativa demuestra el compromiso del Gobierno federal con la elaboración de una política migratoria transparente. Toda la información es de acceso público.
REPATRIACIÓN — En octubre de 2024, cuando Líbano sufrió los ataques israelíes, los brasileños que se encontraban en las zonas afectadas solicitaron al Ministerio de Relaciones Exteriores (Itamaraty) que los repatriara. En aquel momento, el Gobierno federal activó la Operación Raíces de Cedro para rescatar a 2.662 personas y 34 animales domésticos en 13 vuelos entre el 5 de octubre y el 27 de noviembre. El MJSP, a través del Departamento de Migraciones y con el apoyo de la Policía Federal (PF) y la Policía Federal de Carreteras (PRF, por sus siglas en portugués), participó en la fuerza de tarea encargada de la acogida humanitaria en el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, en São Paulo.
Los equipos de la PF llevaron a cabo procedimientos migratorios, con entrevistas e identificación de las necesidades individuales para realizar las derivaciones pertinentes. La PRF se encargó de prestar apoyo logístico humanitario en los traslados terrestres desde la base aérea hasta el aeropuerto de Guarulhos, en São Paulo, y hasta los domicilios de las personas que habían facilitado una dirección en dicha ciudad o en algún albergue temporal.
También colaboraron junto a los equipos las agencias de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y para las Migraciones (OIM). Siguieron los protocolos de acogida de personas en zonas de conflicto, lo que incluía servicios de interpretación.