Brasil presenta a la ONU una nueva NDC alineada con el Acuerdo de París

El vicepresidente de la República, Geraldo Alckmin, acompañado de la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, y de la secretaria general de Relaciones Exteriores, embajadora Maria Laura da Rocha, presentó oficialmente el miércoles, 13 de noviembre, la nueva Contribución Determinada a Nivel Nacional de Brasil (NDC, por sus siglas en inglés) al secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés). La presentación tuvo lugar durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), celebrada en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre.

La nueva NDC establece la meta de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero de Brasil entre un 59 % y un 67 % para 2035, en comparación con los niveles de 2005, lo que equivale a alcanzar entre 850 millones y 1,05 mil millones de toneladas de CO₂ equivalente en términos absolutos. Este compromiso refleja el alineamiento de Brasil con las metas del Acuerdo de París.

Con una “meta por etapas”, la NDC de Brasil define un rango de reducción de emisiones, del 59 % al 67 %, en lugar de un único valor fijo. Este formato considera variaciones en las proyecciones de escenarios futuros en un proceso típico de análisis de sistemas complejos, permitiendo que la meta incorpore variables como la cooperación internacional y los avances tecnológicos que pueden influir en su implementación hasta 2035. De esta manera, Brasil mantiene la flexibilidad necesaria para hacer ajustes en sus acciones climáticas según las condiciones actuales y futuras, comprometiéndose a alcanzar la meta más ambiciosa de una reducción del 67 % en emisiones y colocándose como un ejemplo de compromiso climático.

Abarcando todos los sectores de la economía brasileña, con un valor absoluto de reducción de emisiones de todos los gases de efecto invernadero, alineándose con el objetivo de neutralidad climática para 2050 y con el compromiso global de limitar el calentamiento a 1,5 °C en relación con el período preindustrial, según el Balance Global acordado en la COP28, en Dubái, en 2023.

Basado en el Pacto entre los Tres Poderes para la Transformación Ecológica, firmado en agosto de 2024, el compromiso climático de Brasil demuestra la determinación del Estado brasileño de inaugurar un nuevo paradigma de desarrollo. Este modelo pretende conciliar ambiciones de prosperidad socioeconómica, justicia climática y equilibrio, reflejando una visión integrada de sostenibilidad que promueve el crecimiento económico y la preservación medioambiental.

El documento también fue concebido como una plataforma de inversiones para concentrar recursos internacionales hacia la transformación ecológica basada en la innovación tecnológica, el uso consciente de los recursos naturales, el aumento de la productividad económica, la generación de ingresos y empleo, y la reducción de las desigualdades. Al cumplir su NDC, Brasil aprovechará sus ventajas comparativas en sostenibilidad para ampliar y modernizar la estructura productiva nacional.

Como parte de un modelo de desarrollo sostenible para Brasil, la nueva NDC se orienta por el Plan Clima. En elaboración por parte del Gobierno federal desde 2023, el plan incluye ejes enfocados en la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y en la adaptación a los impactos del cambio climático, con siete planes sectoriales de mitigación y dieciséis de adaptación.

El Plan Clima se apoya en los mecanismos económicos del Plan de Transformación Ecológica, incluyendo la Plataforma Brasil de Inversiones Climáticas y para la Transformación Ecológica (BIP, por sus siglas en portugués), el Programa Eco Invest Brasil, la Taxonomía Sostenible Brasileña (TSB), los Bonos Soberanos Sostenibles, el Fondo Clima, la reforma tributaria y el mercado regulado de carbono, el Sistema Brasileño de Comercio de Emisiones (SBCE). Además, las acciones orientadas a la lucha contra la deforestación y restauración de los bosques contarán con el apoyo del Fondo Amazonia, el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés) y de iniciativas del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), como el Arco de Restauración en la Amazonia.

Las importantes reducciones en la deforestación de la Amazonia y el Cerrado son resultados directos del compromiso climático de Brasil, impulsados por planes estratégicos como el Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación en la Amazonia Legal (PPCDAm, por sus siglas en portugués) y el Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación y los Incendios en el Cerrado (PPCerrado). En 2023, la deforestación en la Amazonia se redujo en un 30,6% (6.288 km²), la mayor disminución en 15 años, mientras que, en el bioma del Cerrado, la reducción fue del 25,7% (8.174 km²), el nivel más bajo desde 2019. Estas reducciones evitaron la emisión de 400,8 millones de toneladas de CO₂ y refuerzan el compromiso del país con la preservación de los biomas.

La nueva NDC consideró las directrices establecidas en el Plan Clima, desarrollado mediante un proceso de consulta que involucró al Gobierno, la sociedad, el sector privado, el mundo académico, los estados y los municipios.

La nueva NDC marca el inicio de un ciclo de prosperidad económica y social, respaldado en soluciones de bajo carbono que promueven la innovación tecnológica, el uso consciente de los recursos naturales y la generación de empleo. Con estas iniciativas, Brasil pretende no solo cumplir su compromiso climático, sino también convertirse en un ejemplo global de prosperidad, sostenibilidad y desarrollo.

El texto completo de la NDC está disponible aquí (en portugués).