La deforestación en el Bosque Atlántico registra un descenso del 27% en un año

En el Día Nacional del Bosque Atlántico (Mata Atlântica), que se celebra el 27 de mayo, el bioma festeja que la deforestación descendió un 27% el año pasado, en comparación con 2022. La reducción, que se produjo en 12 de los 17 estados de la región donde se encuentra el ecosistema, se debe en gran parte al aumento de la fiscalización. En 2022, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA), órgano vinculado al Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, emitió 832 actas de infracción, un 15% más que el año anterior. Como resultado de este trabajo, las multas por deforestación alcanzaron los BRL156,3 millones, un aumento del 95% con respecto a 2022.

Los números son del Atlas del Bosque Atlántico y del Sistema de Alertas de Deforestación (Atlas da Mata Atlântica e do Sistema de Alertas de Desmatamento - SAD), mecanismos de monitoreo desarrollados por la Fundação SOS Mata Atlántica, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) y el MapBiomas, respectivamente. Las organizaciones analizaron información entre octubre de 2022 y de 2023.

El Bosque Atlántico es una de las regiones más ricas del mundo en biodiversidad (variedad de seres vivos en la región), pero desde hace años sufre la degradación provocada por la deforestación y la escasa conservación del suelo a causa de las actividades humanas. Originalmente, el bioma ocupaba más de 1,3 millones de km² en 17 estados. Como consecuencia de los daños medioambientales sufridos a lo largo de los años, actualmente queda alrededor de una cuarta parte de la superficie original. El objetivo del Gobierno consiste en que el Bosque Atlántico se convierta en el primer bioma del país en alcanzar la deforestación cero antes de 2030.

DIVERSIDAD – A pesar de ser reconocido principalmente por sus formaciones boscosas, el Bosque Atlántico alberga una inmensa diversidad de ambientes: restingas, manglares, campos rupestres y campos de altitud son algunas de las diferentes estructuras vegetales que componen el bioma. El Ministerio del Medio Ambiente estima que allí existen aproximadamente 20 mil especies vegetales (un poco más de un tercio de las existentes en Brasil), incluyendo diversas especies endémicas y en peligro de extinción.

Esta riqueza es mayor que la de algunos continentes, como América del Norte, que cuenta con 17 mil especies vegetales, y Europa, con 12,5 mil. Este es uno de los motivos, según el Ministerio del Medio Ambiente, por los cuales el Bosque Atlántico es prioritario para la conservación de la biodiversidad mundial. En cuanto a la fauna, el bioma, que es el único bioma protegido por una Ley federal específica (Ley n.º 11.428/2006), alberga alrededor de 850 especies de aves, 370 de anfibios, 200 de reptiles, 270 de mamíferos y 350 de peces.

CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN – Aproximadamente 145 millones de brasileños viven en el Bosque Atlántico. Las comunidades se benefician de los bosques y demás ecosistemas del bioma, responsables por la producción, la regulación y el abastecimiento de agua; regulación y equilibrio climáticos; protección de laderas y atenuación de desastres; fertilidad y protección del suelo; y producción de alimentos, madera, fibras, aceites y medicinas.

En este contexto, la conservación de las áreas remanentes del Bosque Atlántico y la recuperación de su vegetación autóctona se han vuelto fundamentales para la población brasileña, especialmente en las áreas protegidas, como las Unidades de Conservación, las Tierras Indígenas y las Áreas de Preservación Permanente y Reservas Legales.

Brasil ha asumido compromisos internacionales de recuperación de los bosques. En el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, por ejemplo, el país incluyó como meta restaurar, para 2030, 12 millones de hectáreas de bosques e implementar 5 millones de hectáreas de sistemas con integración entre agricultura, ganadería y silvicultura. El Bosque Atlántico es uno de los biomas que más puede beneficiarse de esta meta de restauración.