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8 DE ENERO
Restauración de la democracia: 21 obras vuelven al Palacio de Planalto
El presidente Lula y el vicepresidente, Geraldo Alckmin, develan una tela que marca la reintegración del cuadro As Mulatas (Las Mulatas), de Di Cavalcanti, al acervo de la Presidencia de la República. Foto: Ricardo Stuckert / Presidencia
Dos años después de los actos que destruyeron importantes piezas del acervo histórico y cultural de Brasil en la invasión del Palacio de Planalto en 2023, el miércoles 8 de enero se entregaron al pueblo brasileño 21 obras restauradas. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el vicepresidente Geraldo Alckmin develaron la tela que marcó la reintegración de la obra As Mulatas, de Di Cavalcanti, al acervo de la Presidencia de la República. La pintura, que mide 3,43 metros de ancho por 1,12 metros de alto, resultó dañada a cuchilladas en los actos vandálicos del 8 de enero de 2023.
La democracia es muy importante. Para los amantes de la cultura, solo a través de un proceso democrático podemos conseguirlo. De lo contrario, las obras quedarían destruidas para siempre, víctimas del odio de quienes saben que el arte y la cultura son portadores de la historia y la memoria de un pueblo”
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República
Momentos antes, el presidente asistió a la entrega de una ánfora italiana que había sido destruida, y del reloj fabricado por Balthazar Martinot y André Boulle en el siglo XVII, que fue recuperado en colaboración con el Gobierno suizo. "La democracia es muy importante. Para los amantes de la cultura, solo a través de un proceso democrático podemos conseguirlo. De lo contrario, las obras quedarían destruidas para siempre, víctimas del odio de quienes saben que el arte y la cultura son portadores de la historia y la memoria de un pueblo”, afirmó el presidente Lula.
Veinte de las obras fueron restauradas en un laboratorio instalado en el Palacio de Alvorada por profesionales que dedicaron más de 1.760 horas de trabajo en un acuerdo de cooperación técnica en el que participaron la Universidad Federal de Pelotas (UFPel), el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN) y la Universidad de Brasilia (UnB). El reloj fue restaurado en colaboración con el Gobierno suizo, en un trabajo que exigió más de mil horas de dedicación minuciosa.
ESFUERZO COLECTIVO - La primera dama, Janja Lula da Silva, destacó el esfuerzo colectivo para restaurar tanto la infraestructura de los palacios, llevado a cabo por los funcionarios, como los valores y la memoria que representan el compromiso del pueblo brasileño con la democracia. "Así lo expresaron las lágrimas de las trabajadoras y los trabajadores del Palacio de Planalto al ver tratado de forma tan inhumana el espacio que cuidan con tanto cariño, amor y dedicación. Hoy, esas lágrimas se han convertido en sonrisas ante la certeza de que hemos mantenido fuerte la democracia. El arte, en sus diferentes formas, es una herramienta necesaria para mantener viva nuestra memoria y la historia de nuestro país", afirmó.
RESTAURACIONES - Las obras incluyen pinturas, esculturas y piezas históricas. "Hoy, el Gobierno federal devuelve a la población obras que han sido restauradas por 50 restauradores, entre profesores y jóvenes estudiantes becados. Se han dedicado casi dos mil horas de trabajo desde el 2 de enero de 2024. Además del laboratorio de conservación, estos recursos han permitido que 500 estudiantes de escuelas públicas tengan acceso a una experiencia educativa patrimonial extraordinaria y a la publicación de un libro que eterniza esta experiencia", dijo Leandro Grass, presidente de IPHAN.
TRABAJO ARDUO — Participaron directamente unos 50 profesionales, entre ellos 12 profesores, cuatro técnicos y 14 estudiantes de licenciatura de la UFPel, así como tres estudiantes y dos profesores de la UnB, y cinco conservadores-restauradores especializados. También colaboraron profesionales de la fotografía y del audiovisual. "No fue una tarea fácil. La participación de la UFPel en la restauración es un ejemplo de cómo estas instituciones pueden movilizar recursos y conocimientos para responder a las crisis y ayudar a reconstruir bienes importantes para la nación. La posibilidad de poner a disposición y en defensa de la democracia a funcionarios, docentes, técnicos y, sobre todo, estudiantes, es un papel fundamental de nuestras instituciones públicas de enseñanza superior", afirmó Isabela Andrade, rectora de la Universidad de Pelotas.
RELOJ — Una de las piezas más antiguas de la colección de la Presidencia es el reloj de mesa fabricado por Balthazar Martinot y André Boulle. Sin ningún costo para el Gobierno federal, fue restaurado en el marco de un Acuerdo de Cooperación Técnica con la Embajada de Suiza. Fue enviado al país europeo y, en menos de 12 meses, regresó totalmente restaurado. La empresa responsable de la restauración fue Audemars Piguet. "Suiza se enorgullece de haber contribuido a los esfuerzos de Brasil para restaurar el patrimonio histórico de todos los brasileños. Estamos convencidos de la importancia de proteger el patrimonio cultural y artístico, que conforma la identidad del país, así como la historia y nuestros valores compartidos". Creo que es fundamental valorar y cuidar nuestras relaciones, nuestra amistad, nuestros derechos, los derechos humanos y nuestras democracias, que son delicadas y, al mismo tiempo, resilientes, como este reloj que ahora vuelve al país», dijo Pietro Lazzeri, embajador de Suiza en Brasil.
IMPACTO — El proyecto tuvo un gran impacto en las escuelas y comunidades locales, con acciones dirigidas a la educación patrimonial y al reconocimiento de la importancia del patrimonio cultural. En colaboración con la Universidad de Brasilia (UnB) y la Universidad Federal de Pelotas, el proyecto organizó diversas actividades en escuelas del Distrito Federal, en las que participaron más de 500 alumnos de escuelas públicas de Ceilândia, Planaltina y Asa Sul, a través de talleres, conferencias y exposiciones.
RESISTENCIA - Para la ministra de Cultura, Margareth Menezes, los talleres fueron uno de sus mayores logros. "No solo transmiten el vínculo entre cultura, memoria y arte, sino que también refuerzan el verdadero significado de la democracia para los jóvenes. Nadie puede domesticar ni amordazar la expresión cultural y artística. La cultura ha resistido", señaló.