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ENTREVISTA
Lula: “Cuidar la selva es más rentable que talar árboles”
El presidente Lula habló con la prensa japonesa el martes 30 de abril. - Foto: Fabio Rodrigues-Pozzebom / Agência Brasil
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibirá al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, en visita oficial el día 3 de mayo, en el Palacio del Planalto. En el marco de esta agenda, el líder brasileño concedió el 30 de abril una entrevista a la prensa japonesa y abordó temas de interés para ambos países, como la cooperación para la preservación de la selva amazónica.
“Espero que Japón comparta con Brasil la política de mantenimiento de la selva que queremos tener. Mantener una selva en pie cuesta mucho dinero. Y, para ello, debemos tener en cuenta a las personas que viven bajo las copas de los árboles. Tenemos que dar a esta gente la certeza de que cuidar la selva es más rentable para ellos que talar árboles. Y, en este sentido, creo que Japón puede contribuir con nosotros", declaró Lula a los profesionales de los medios de comunicación.
La recuperación de las áreas forestales degradadas en el país será el tema de la reunión del día 2 de mayo, entre el presidente Lula y el ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, con la Agencia de Cooperación Internacional delqqqqq Japón (JICA, por sus siglas en inglés), la cual se espera que anuncie inversiones en este segmento. “Es decir, en lugar de talar árboles, vamos a plantarlos, porque tenemos una agricultura muy fuerte aquí en Brasil y nuestros empresarios y trabajadores saben que cuanto más descarbonizada esté nuestra agricultura, más posibilidades tendremos de vender nuestros productos en el extranjero y más saludables serán los alimentos que consumamos”, argumentó el presidente.
Asimismo, Lula expresó su deseo de ampliar el comercio con el país asiático. "La relación comercial entre Brasil y Japón es pequeña si tenemos en cuenta que las dos naciones suman más de 300 millones de habitantes. Consideramos que Brasil es una oportunidad de inversión para Japón, especialmente en lo que respecta a la transición energética", argumentó.
Accede a los principales fragmentos de la entrevista del presidente Lula:
RELACIONES EXTERIORES — Volví a la presidencia con el objetivo de recuperar no solo la democracia interna, sino también las buenas relaciones que Brasil siempre ha tenido. Brasil es un país que no tiene disputas con ningún país. Aquí, en América del Sur, se nos considera una zona de paz. Y, en menos de 14 meses, he celebrado reuniones en la Unión Europea, con toda América Latina, con más de 60 países. He mantenido reuniones en la Unión Africana con 54 países de la Unión Africana. Me he reunido con el G20, he celebrado reuniones con los BRICS, me he reunido con el CARICOM, que es una reunión con todos los países del Caribe, es decir, 15 países, y me he reunido con la CELAC, que son todos los países de América del Sur y el Caribe, es decir, 33 países. Así que ya me he reunido colectivamente con más presidentes de países en un año y cuatro meses que en los ocho años anteriores.
G20, COP Y BRICS — Brasil, en su relación con el G20, quiere humanizar un poco a los políticos. Humanizar un poco la burocracia, que es demasiado grande en el mundo. Y ver si los seres humanos se vuelven «menos algorítmicos» y «más humanistas», más fraternales, más solidarios, más afectuosos con los seres humanos. No necesitamos violencia, necesitamos mucha paz, mucho afecto, mucho amor. Para que podamos construir ese mundo perfecto con el que todos sueñan. Queremos celebrar la COP en la Amazonia, para que la Amazonia pueda hablar al mundo. Y el año que viene también habrá una reunión de los BRICS en Brasil. Así que hay una gran cantidad de reuniones internacionales que tenemos que aprovechar para tratar de humanizar nuestras cabezas y nuestros corazones.
CLIMA — Es importante mejorar estos foros internacionales, porque a menudo decidimos cosas importantes que no se ponen en práctica. Tomemos como ejemplo el Protocolo de Kioto: maravilloso, extraordinario, pero nadie lo ha puesto en práctica. Tomemos el Acuerdo de París, que es extraordinario, pero nadie lo ha puesto en práctica. ¿Por qué no se pone en práctica? ¿Por qué? Cuando se trata de cuestiones medioambientales, dado que estamos expuestos al mismo aire, a las mismas corrientes oceánicas, las decisiones nunca deberían ser tomadas por el Estado Nacional, sino por un órgano de gobernanza mundial. Es decir, se decide algo importante en materia climática y se convierte en una obligación para todos los Estados ponerlo en práctica, de Japón a Brasil, de China a Estados Unidos, todo el mundo, no importa lo que piensen individualmente, importa que se ha aprobado y que todo el mundo tiene que cumplir, que es la única manera de salvar el planeta.
RELACIONES COMERCIALES — Puedo afirmar que los japoneses que se atrevieron a venir a Brasil en busca de oportunidades nos ayudaron (y nos ayudan) mucho a convertirnos en lo que ahora somos. Las relaciones comerciales entre Brasil y Japón son modestas si se tiene en cuenta que ambos países suman más de 300 millones de habitantes. Antes teníamos un flujo comercial de 21 mil millones de dólares, pero hoy ha bajado a 11 mil millones. En otras palabras, nuestro flujo comercial ha caído y eso no es bueno. En primer lugar, porque Brasil es un país con un gran potencial. En segundo lugar, porque Japón es un país que, según toda la información que conocemos, aunque sea un país rico, su economía está estancada desde hace tiempo, y pensamos que Brasil es una oportunidad para que Japón invierta en este país, sobre todo en lo que se refiere a la transición energética.
AMAZONIA — Japón fue uno de los primeros países en aportar dinero al Fondo Amazónico para ayudar a cuidar la selva. Y no queremos transformar la Amazonia en un santuario para la humanidad. Lo que queremos es compartir la riqueza de la biodiversidad de la Amazonia con el mundo, para que los científicos de todo el mundo puedan ayudarnos a aprovechar la riqueza de la biodiversidad en beneficio de los millones de brasileños que viven en la Amazonia, quienes deben recibir los beneficios de mantener la selva en pie. Porque cuesta dinero mantener la selva en pie. Brasil se ha comprometido a lograr la deforestación cero para el 2030.
ÁREAS DEGRADADAS — Brasil tiene una política no solo de preservación de la selva que existe en la actualidad, sino que también se ha comprometido a recuperar 40 millones de hectáreas de tierras degradadas con nuevas reforestaciones. Por tanto, en este sentido, Brasil también es muy capaz de construir alianzas con otros países. Y queremos construirla con Japón. El día 2 de mayo, voy a reunirme con el ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, y con este banco llamado JICA, que va a anunciar inversiones en la recuperación de las áreas degradadas en Brasil. Es decir, en lugar de talar árboles, vamos a plantarlos, porque tenemos una agricultura muy fuerte aquí en Brasil y nuestros empresarios y trabajadores saben que cuanto más descarbonizada esté nuestra agricultura, más posibilidades tendremos de vender nuestros productos en el extranjero y más saludables serán los alimentos que consumamos.
AMÉRICA DEL SUR — En Copenhague, en 2009, el mundo rico prometió 100 mil millones de dólares al año a los países que preservaran la selva. Hasta el día de hoy, estamos esperando ese dinero. Vamos a tener otra COP, se va a discutir este tema, y espero que Japón sea un aliado para los países que tienen selvas. Aquí en América del Sur, hay ocho países con bastante selva. Están Brasil, Venezuela, Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, Guyana y Surinam. Así que, necesitamos recursos para tomarnos muy en serio esta cuestión de la transición energética.
VISITA DEL PRIMER MINISTRO — Estoy muy contento de que el primer ministro japonés venga a Brasil. Tenemos otras convergencias. Participamos en un grupo llamado G4, que es el grupo que aboga por cambios en el Consejo de Seguridad de la ONU, y Brasil, Japón, Alemania e India forman parte de este grupo, que no solo quiere participar como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, sino que también aboga por la ampliación del Consejo de Seguridad para incluir a otros países, de modo que podamos poner al día la geopolítica de la que carece actualmente Naciones Unidas. Por todo ello, es muy importante que venga aquí el primer ministro. Y también por la reunión que va a celebrar en São Paulo con empresarios brasileños y japoneses.
PREVISIBILIDAD — En cuanto a la bioenergía, Brasil tiene una oportunidad que yo diría que es única en este siglo XXI. En primer lugar, porque Brasil es un país cuya economía se ha estabilizado — cuando me presentaba a las elecciones, solía decir que todo el mundo quiere unas cuantas cosas en cualquier país: se necesita estabilidad política, se necesita estabilidad económica, se necesita estabilidad fiscal, se necesita estabilidad social y se necesita previsibilidad sobre lo que va a ocurrir en el mundo. Y Brasil ofrece todo esto. Queremos que Brasil se convierta en una de las seis mayores economías del mundo. Por eso creo que es muy importante que Brasil se acerque a Japón.