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LLUVIAS EN EL SUR DE BRASIL
El Gobierno brasileño da prioridad en ayudar a los afectados por las fuertes lluvias en el sur del país
Fotos: Luiz Siqueira / Min. Transportes
La máxima prioridad es rescatar a las víctimas y trabajar para evitar que más personas pierdan la vida como consecuencia de las fuertes lluvias caídas en Rio Grande do Sul. Con esta directriz en mente, el presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, viajó a Rio Grande do Sul en dos ocasiones para observar el impacto de las fuertes lluvias en el estado y escuchar al gobernador y a los alcaldes sobre las medidas que se necesitan para dar ayuda y asistencia a la población.
Según el boletín más reciente del Gobierno estatal, publicado el martes 7 de mayo, el número de municipios afectados ha aumentado a 397 y ahora hay 1.408.993 personas damnificadas. El estado tiene 156.056 desplazados y otras 48.297 personas en albergues, con un balance de 90 muertos, 362 heridos y 131 desaparecidos.
En el ámbito de las acciones, el Gobierno federal ha desplegado una intensa movilización de los ministerios, las Fuerzas Armadas y la Defensa Civil, en un esfuerzo coordinado con el estado y las alcaldías. En el ámbito humano, Lula transmitió un mensaje de apoyo y el compromiso de que las familias no están solas. En el ámbito medioambiental, la advertencia de que Brasil necesita estar cada vez más preparado para hacer frente al cambio climático y a los fenómenos extremos.
“No va a faltar ayuda del Gobierno federal para la asistencia sanitaria. No va a faltar dinero para cuidar la cuestión del transporte y no va a faltar dinero para los alimentos. Todo lo que esté al alcance del Gobierno federal, ya sea a través de los ministros, en colaboración con la sociedad civil o a través de nuestros militares, nos dedicaremos las 24 horas del día a tratar de cubrir las necesidades básicas de las personas que se encuentran aisladas", aseguró el presidente a inicios de mayo.
Hasta la fecha, según las cifras de la Operación Taquari 2, coordinada por las Fuerzas Armadas, se ha rescatado a más de 46.000 personas a través de un programa en el que han participado más de 15.000 militares, policías y agentes. La logística moviliza 42 aeronaves, 243 embarcaciones y 2.500 patrullas y equipos de ingeniería, y se ve dificultada por los 158 puntos de bloqueo de carreteras que hay en el estado. Las Fuerzas Armadas también participan en la logística de transportar kerosén por vía marítima y fluvial para reabastecer de combustible a aeronaves y embarcaciones.
SALA DE SITUACIÓN — Durante este periodo, el Gobierno brasileño instaló una sala de situación en el Palacio de Planalto para recabar información y orientar las iniciativas de ayuda a las familias afectadas por las fuertes lluvias en Rio Grande do Sul. En estos momentos, las actuaciones federales, estatales y municipales tienen como prioridad salvar vidas y rescatar a personas.
El ministro Paulo Pimenta, de la Secretaría de Comunicación Social (SECOM) de la Presidencia de la República, acompaña desde hace una semana el trabajo de la Fuerza de Tarea en el estado de Rio Grande do Sul y afirmó que "todo nuestro trabajo en este momento está enfocado en el rescate". Según el ministro, esta es la orientación de Lula: "que no falten recursos, que no falte personal".
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, de visita en Rio Grande do Sul la semana pasada, abogó por la creación de un estado de “emergencia climática permanente”, lo que permitiría a los municipios en riesgo, acostumbrados a convivir con fenómenos meteorológicos extremos, actuar más activamente en la prevención de tragedias y la prestación de ayuda de emergencia a las poblaciones afectadas, de forma coordinada con los gobiernos federal y estatales. "La orientación del presidente Lula al inicio del Gobierno fue que debíamos actuar en dos frentes: uno es la gestión de desastres y el otro es la prevención".
AYUDA HUMANITARIA — Ante la catástrofe meteorológica, Pimenta destacó la movilización de equipos, personal y recursos de emergencia para hacer frente a los devastadores impactos de las lluvias. Para organizar la logística de la ayuda humanitaria, cada estado brasileño está centralizando las donaciones locales para la población de Rio Grande do Sul. La organización se hará a través de la Secretaría de Relaciones Institucionales, con el apoyo de la SECOM y de la Casa Civil.
La propuesta consiste en centralizar las donaciones en las unidades del Cuerpo de Bomberos de los estados. Después de clasificar las donaciones en los estados, el material se enviaría a las Bases Aéreas de Galeão (en Río de Janeiro) y Guarulhos (en São Paulo).
Todos los detalles de las actuaciones federales de ayuda y asistencia a las familias de Rio Grande do Sul afectadas por el desastre pueden consultarse, con actualización continua, en la página especial de la SECOM, disponible en el siguiente enlace: https://www.gov.br/secom/pt-br/assuntos/acao-federal-no-rs