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NEOINDUSTRIALIZACIÓN
Brasil tiene una nueva política industrial con metas y acciones para el desarrollo hasta el 2033
La ““Nova Indústria Brasil”” define metas para cada una de las seis misiones que guían los esfuerzos hasta el 2033 - Foto: Divulgación / CNI / José Paulo Lacerda
Después de un amplio diálogo entre el gobierno y el sector productivo, Brasil da un paso decisivo en dirección a la neoindustrialización. Este lunes (22), el Consejo Nacional de Desarrollo Industrial (CNDI) entrega al presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, el texto de la “Nova Indústria Brasil” (NIB), la política industrial que impulsará el desarrollo nacional, hasta el 2033, con sostenibilidad e innovación.
La nueva política busca mejorar directamente el día a día de las personas, estimular el desarrollo productivo y tecnológico, ampliar la competitividad de la industria brasileña, guiar la inversión, promover mejores empleos e impulsar la presencia calificada del país en el mercado internacional.
Serán BRL 300 mil millones para financiamientos destinados a la nueva política industrial hasta el 2026. Además de los BRL 106 mil millones anunciados en la primera reunión del CNDI, en julio, otros BRL 194 mil millones fueron incorporados, provenientes de diferentes fuentes de recursos redirigidos para dar soporte al financiamiento de las prioridades de la “Nova Indústria Brasil” (lea más sobre el Plan Más Producción a continuación).
La “Nova Indústria Brasil” tendrá metas para cada una de las seis misiones que guían los esfuerzos hasta el 2033. Estas metas están sugeridas en el Plan de Acción 2024-2026 y serán sometidas a la evaluación del CNDI en los próximos 90 días. Para alcanzar cada meta, hay áreas prioritarias para inversiones y un conjunto de acciones propuestas y que involucran esfuerzos de todos los ministerios miembros del CNDI y del sector productivo nacional.
Para revertir la desindustrialización precoz del país, la nueva política prevé la articulación de diversos instrumentos de Estado, como líneas de crédito especiales, recursos no-reembolsables, acciones regulatorias y de propiedad intelectual, además de una política de obras y compras públicas, con incentivos al contenido local, para estimular al sector productivo en favor del desarrollo del país. Es usar los recursos públicos de forma responsable para atraer inversiones privadas.
La política también usa nuevos instrumentos de captación, como la línea de crédito de desarrollo (LCD), y un fundamento de nuevas políticas – como el mercado regulado de carbono y la taxonomía verde - para responder al nuevo escenario mundial en que la carrera por la transformación ecológica y el dominio tecnológico se imponen.
Junto con la política, el CNDI entrega el plan de acción para el período del 2024-2026, indicando las áreas estratégicas prioritarias para la aplicación de los recursos a lo largo de los próximos dos años.
Para el vicepresidente y ministro del Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Geraldo Alckmin, el momento es histórico y refleja el compromiso del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva con la construcción de un país competitivo, innovador y en la vanguardia de la transformación ecológica.
"La nueva política posiciona la innovación y la sostenibilidad en el centro del desarrollo económico, estimulando la investigación y la tecnología en los más diversos segmentos, con responsabilidad social y ambiental", afirma Alckmin. "Esta política representa una visión de futuro. Una declaración de confianza en nuestra capacidad de competir y liderar áreas estratégicas ante el mundo".
El ministro recuerda que, a lo largo del proceso de construcción de la nueva política industrial, una serie de medidas ya estaban siendo lanzadas dentro del alcance de la “Nova Indústria Brasil”, por ejemplo el programa Brasil Más Productivo, que destina BRL 2 mil millones para la transformación digital de micro, pequeñas y medianas industrias; y de Más Innovación Brasil, que ya comenzó a entregar parte de los BRL 60 mil millones en líneas de crédito para el financiamiento de innovación de la industria brasileña. O también los programas lanzados al final del 2023, como Mover (Mobilidade Verde e Inovação), que aumenta las exigencias de sostenibilidad en la cadena automotriz, y el llamado Depreciación Acelerada, para la renovación del parque industrial brasileño.
La nueva política posiciona la innovación y la sostenibilidad en el centro del desarrollo económico, estimulando la investigación y la tecnología en los más diversos segmentos, con responsabilidad social y ambiental
GERALDO ALCKMIN
Vicepresidente y ministro del Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios
METAS Y PRIORIDADES — La “Nova Indústria Brasil” está guiada por metas aspiracionales relacionadas a cada una de las misiones, que serán sometidas a la aprobación del CNDI y será deliberada en los próximos 90 días. A continuación, las sugerencias traídas por el Plan de Acción.
La garantía de la seguridad alimentaria y nutricional de los brasileños pasa por el fortalecimiento de las cadenas agroindustriales (misión 1), que deben llegar a la próxima década, según la meta estipulada, con 70% de los establecimientos de agricultura familiar mecanizados – actualmente solamente el 18% lo son.
Además de esto, el 95% de estas máquinas deben ser producidas nacionalmente. Entre las prioridades relacionadas a esta misión están, entre otras, la fabricación de equipos para agricultura de precisión, máquinas agrícolas para la gran producción, ampliar y optimizar la capacidad productiva de la agricultura familiar para la producción de alimentos saludables.
En los seis primeros meses de la zafra 2023/2024, fueron contratados por el Programa Más Alimentos BRL 11,8 mil millones, distribuidos en 141 mil operaciones para la adquisición de estos equipos por la agricultura familiar.
En el área de la salud (misión 2), la meta es ampliar la participación de la producción en el país del 42% para 70% de las necesidades nacionales en medicamentos, vacunas, equipos y dispositivos médicos, entre otros, lo que contribuirá para fortalecer el Sistema Único de Salud y mejorar el acceso de la población a la salud.
La nueva política también definió metas para la mejoría del bienestar de las personas en las ciudades (misión 3), lo que involucra infraestructura, saneamiento, vivienda y movilidad sostenibles. Entre las metas está la de contribuir para reducir en 20% el tiempo de desplazamiento de las personas de casa para el trabajo — actualmente este tiempo es, como promedio, de 4,8 horas semanales en el país, según la Investigación Nacional de Salud del IBGE.
En la misma misión, la política propone ampliar en 25 puntos porcentuales la participación de la producción brasileña en la cadena de la industria del transporte público sostenible. Hoy, la participación nacional representa el 59% de la cadena de ómnibus eléctricos, por ejemplo.
El enfoque, en esta misión, será principalmente en electromovilidad, en la cadena productiva de la batería y en la industria metroferroviaria, además de la inversión en construcción civil digital y de bajo carbono.
Para tornar la industria más moderna y disruptiva, existe la meta de transformar digitalmente (misión 4) el 90% del total de las empresas industriales brasileñas (hoy son 23,5%) digitalizadas y triplicar la participación de la producción nacional en los segmentos de nuevas tecnologías. En este sentido, es prioritaria la inversión en la industria 4.0, en el desarrollo de productos digitales y en la producción nacional de semiconductores, entre otros.
Entre las metas establecidas con enfoque en la bioeconomía, descarbonización y transición y seguridad energéticas (misión 5) está la de ampliar en 50% la participación de los biocombustibles en la matriz energética de transportes — actualmente los combustibles verdes representan el 21,4% de esta matriz. También se espera aumentar el uso de la biodiversidad por la industria y, además, reducir en 30% la emisión de carbono de la industria nacional, que está en 107 millones de toneladas de CO2 por billón de dólares producido. Para la transformación ecológica en la industria, son áreas prioritarias la producción de bioenergía y de equipos para la generación de energía renovable.
Por fin, en el área de la defensa (misión 6), se pretende alcanzar autonomía en la producción del 50% de las tecnologías críticas para fortalecer la soberanía nacional. Será dada prioridad para acciones dirigidas al desarrollo de energía nuclear, sistemas de comunicación y detección, sistemas de propulsión y vehículos autónomos y remotamente controlados.
Para conocer más sobre las metas y acciones, visite https://www.gov.br/mdic/pt-br/composicao/se/cndi/missoes (en portugués)
FINANCIAMIENTO DE LA NEOINDUSTRIALIZACIÓN — Los BRL 300 mil millones disponibles para financiamiento hasta el 2026 serán gestionados por BNDES, Finep y Embrapii y serán suministrados por medio de líneas específicas, no reembolsables o reembolsables, y recursos por medio de mercado de capitales, en alineamiento a los objetivos y prioridades de las misiones para promover la neoindustrialización nacional.
Los recursos están organizados dentro del Plan Más Producción, un conjunto de soluciones financieras que viabilizarán el financiamiento de la política industrial de forma continua en los próximos tres años.
Este plan contempla los siguientes ejes: Más productividad - para ampliar la capacidad industrial, con adquisición de máquinas y equipos; Más Innovación y Digitalización - proyectos de investigación, desarrollo e innovación; Más Verde - proyectos de sostenibilidad de la industria; y Más Exportación - incentivos para el acceso al mercado internacional.
Algunas de estas iniciativas ya fueron iniciadas, como el Programa Más Innovación (BRL 60 mil millones), operado por el BNDES y por Finep, siendo BRL 40 mil millones en crédito a condiciones de Tasa Referencial (TR) +2%. Esta modalidad representa los menores intereses ya aplicados para el financiamiento a la innovación en el país.
Dentro del programa, BRL 20 mil millones son de recursos no-reembolsables. En esta modalidad, Finep lanza, en la reunión del CNDI, 11 llamadas públicas, por el valor total de BRL 2,1 mil millones. Son 10 llamadas de flujo continuo para empresas y un edicto dirigido específicamente a la Salud en Institutos de Ciencia y Tecnología. El objetivo del recurso no-reembolsable es el gobierno compartir con las empresas los costos y los riesgos inherentes a actividades de investigación, desarrollo e innovación, que generan grandes beneficios para la sociedad.
COMPRAS PÚBLICAS — La “Nova Indústria Brasil” también utilizará el potencial de compras públicas para estimular el desarrollo de sectores considerados estratégicos para la industria brasileña. Este lunes, el presidente Lula firmó dos decretos que abren camino para esta estrategia.
El primer decreto define áreas que podrán quedar sujetas a exigencia de adquisición o tener margen de preferencia para productos nacionales en las licitaciones del Nuevo PAC. Entre ellas, las cadenas productivas relacionadas a la transición energética, economía de bajo carbono y movilidad urbana.
El próximo paso es la definición, por la Comisión Interministerial de Innovaciones y Adquisiciones del Programa de Aceleración del Crecimiento (CIIA-PAC), de los productos manufacturados y servicios de las cadenas que quedarán sujetos al decreto. Para esto, la comisión estudia las acciones del Nuevo PAC alineadas a los objetivos de las misiones y a las prioridades de la NIB, así como a la capacidad actual y al potencial del sector productivo brasileño.
El segundo decreto firmado por el presidente crea la Comisión Interministerial de Compras Públicas para el Desarrollo Sostenible (CICS) y define los criterios para la aplicación de margen de preferencia para productos manufacturados y servicios nacionales y para bienes reciclados, reciclables o biodegradables.
El margen de preferencia permite que la administración pública priorice, en compras y contrataciones, productos producidos en Brasil, con el objetivo de aumentar el empleo y la renta y fortalecer la innovación y la industria brasileña.
Las propuestas de órganos públicos para el uso de las compras públicas como instrumento de desarrollo socioeconómico y ambiental y de apalancamiento de políticas públicas serán analizadas por CICS.
MEJORÍA DEL AMBIENTE DE NEGOCIOS — Otro frente de actuación de la “Nova Indústria Brasil” es la desburocratización para la mejoría del ambiente de negocios. Son 41 proyectos, siendo 17 a ser ejecutados por los próximos dos años por el CNDI. El objetivo es enfrentar algunos de los principales desafíos presentados por el sector productivo, en consulta pública realizada por el MDIC, para aumentar la productividad y la competitividad de las empresas brasileñas y mejorar el ambiente para inversiones productivas. Según un estudio realizado por el Movimiento Brasil Competitivo (MBC), en colaboración con el MDIC, el llamado Costo Brasil llega a BRL 1,7 billones por año.
Cálculos preliminares realizados con base en el impacto de solamente cuatro de estos proyectos — perfeccionamiento del marco regulador para expansión del mercado libre de energía, reforma de la Ley del Bien, reglamentación del marco legal de cabotaje y de ferrovías — apuntan para un potencial de reducción de este costo equivalente a BRL 92 mil millones por año.