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NUEVO PAC
El Ministerio de Planificación y Presupuesto debate el PAC de la Integración con representantes de 10 países de América del Sur
Crédito: João Pedro Orban
La ministra de Planificación y Presupuesto, Simone Tebet, el secretario de Articulación Institucional, João Villaverde, y la secretaria de Asuntos Internacionales y Desarrollo, Renata Amaral, presentaron este viernes (8/12), el “PAC de la Integración” para ministros o representantes de diez países suramericanos – Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Estaban presentes también el director del BNDES, Nelson Barbosa, y los presidentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn; del CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y del Caribe, Sergio Díaz-Granados; y la presidenta del Fonplata, Luciana Botafogo.
Tebet afirmó que son 12 países involucrados en el PAC de la Integración, lo que permite que nuevamente se pueda hablar de integración regional, pero sin perder de vista las autoridades brasileñas de los estados y ciudades fronterizas. "Cuando hablamos de integración regional, estamos hablando de disminuir las distancias. Queremos acercar a los pueblos. Tenemos en cuenta la integración cultural, económica, digital. Su implementación está abierta a la construcción y a la colaboración”, expresó ella.
Tebet y el secretario de Articulación Institucional, João Villaverde, presentaron a los participantes los resultados del trabajo del Subcomité de Desarrollo e Integración Suramericana que, después de más de 20 encuentros con otros ministerios, gobiernos estatales y órganos del gobierno, mapeó cinco rutas de integración. En Brasil, ellas están constituidas por más de 100 obras que ya están en el Nuevo PAC y, por tanto, están previstas en el presupuesto de los próximos años.
“La integración es algo que prácticamente se impone a nosotros. A partir de esta prerrogativa, y de más de 20 encuentros, diseñamos estas cinco rutas que están siendo propuestas. Ellas buscan contemplar una integración suramericana propuesta a partir de Brasil y de tres ejes principales: escucha activa, que comienza con las autoridades de los once estados brasileños que hacen frontera con los países vecinos; una curaduría hecha de las obras del PAC que tenían que ver con esta integración que localizaron 124 obras multifacéticas; y la garantía del mantenimiento del diálogo”, expresó Villaverde.
“Las rutas comenzaron de un sueño, pero no son una utopía. Con este mapeo, tenemos la información que puede hacer a este sueño hacerse realidad. Estamos a disposición de los países hermanos y tenemos la colaboración de las instituciones financieras. Además de esto, tenemos recursos nuevos, financiamiento puesto a disposición de los países de América del Sur. Sabemos que estos países deben y pueden volverse competitivos en el mundo”, afirmó la ministra.
Tebet reiteró que la integración regional es una prioridad no solamente del gobierno federal, sino también de los gobiernos estatales, especialmente los fronterizos. Las rutas de integración, defendió, no son solamente para reducir el tiempo de transporte de mercancías entre Brasil y los mercados asiáticos, sino para reforzar lazos con las naciones vecinas, permitiendo más crecimiento, con generación de empleo y renta para la población.
Para ejemplificar las anomalías que hoy marcan el movimiento de mercancías entre los países de América del Sur, Tebet habló de las aceitunas importadas de Perú por Rondônia. “Estas aceitunas le dan la vuelta al Canal de Panamá hasta llegar al Puerto de Santos, y viajan 3 mil kilómetros por tierra hasta llegar a Rondônia. Rondônia tiene frontera con Perú y está a solamente 2 mil kilómetros de Tacna, donde está la mayor producción de aceitunas en Perú”, relató.
USD 10 mil millones para la integración
Recordando que, en el pasado, BID, CAF y Fonplata tuvieron un papel importante como secretaría técnica de los procesos de integración suramericana, la ministra festejó la iniciativa anunciada el jueves por las cuatro instituciones, de aportar recursos para proyectos de integración. “Es un recurso considerable, estamos hablando de US$10 mil millones, cerca de R$50 mil millones”, expresó la ministra, destacando que este es un dinero totalmente nuevo.
Ella ponderó que todos los países tienen “la responsabilidad de orientar la actuación de los bancos de desarrollo regionales” para que este proyecto alcance toda su potencialidad. En este sentido, ella sugirió una red de gobernadores de los bancos de desarrollo de América del Sur con enfoque en la integración.
“El compromiso de destinación de USD10 mil millones de dólares para la región es un hito histórico y representa solamente el inicio de un trabajo de identificación y solución de los cuellos de botella que desafían la integración de América del Sur”, expresó la secretaria de Asuntos Internacionales y Desarrollo del MPO, Renata Amaral.
“Hace 30 años hablamos de esta integración, y ahora es el momento de actuar. Vemos aquí también una gran oportunidad de traer al sector privado y sus recursos a partir de los proyectos que tenemos y también de otros países soberanos que tengan interés en invertir en la región”, afirmó el presidente del CAF, Sergio Díaz-Granados.
“Ayer mejoramos nuestro mañana. Hablamos de integración con el sentido de las rutas, pero también física, digital, fluvial, comercial, eléctrica. Y al final todo esto se dedica a acercar para mejorar vidas”, expresó el presidente del BID, Ilan Goldfajn. “Estaremos enfocados en el resultado, pero un resultado que sea ambientalmente sostenible”, añadió él. “No podemos ignorar la necesidad de revitalizar las instituciones de coordinación, pues algunos recursos hoy ya existen y a veces no llegan donde podrían llegar. Las rutas pueden dar objetividad y una línea que direccionará estos recursos”, afirmó la presidente de Fonplata, Luciana Botafogo.
Antecedentes y contexto de las cinco rutas de integración suramericana y del trabajo del Subcomité
El día 30 de mayo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y 11 líderes de América del Sur firmaron el Consenso de Brasilia, donde reafirmaron la necesidad de revitalizar la integración regional. Después de este encuentro y cumpliendo el pedido del presidente Lula, la ministra del Planeamiento y Presupuesto, Simone Tebet, creó el Subcomité de Integración y Desarrollo Suramericano dentro del MPO.
Desde entonces, el subcomité se dedicó a un intenso trabajo de escucha de ministerios, órganos del gobierno federal y de los 11 Estados fronterizos. Fueron más de 20 encuentros. En las reuniones con los 11 Estados fue recolectada información de las obras que ellos consideran prioritarias para la integración de la infraestructura con los vecinos. A partir de estos criterios, de los más de 9.000 proyectos del Nuevo PAC, fueron seleccionados cerca de 115 con potencial de contribuir con la integración regional. Puestos en el mapa, ellos dieron origen a cinco rutas de integración:
1) Ruta de la Isla de las Guayanas, que incluye integralmente los estados de Amapá y Roraima y partes del territorio de Amazonas y de Pará, articulada con Guyana, Guyana Francesa, Surinam y Venezuela;
2) Ruta Multimodal Manta-Manaos, contemplando enteramente el estado Amazonas y partes de los territorios de Roraima, Pará y Amapá, interconectada por vía fluvial a Colombia, Perú y Ecuador;
3) Ruta del Cuadrante Rondón, formado por los estados de Acre y Rondônia y por toda la porción oeste de Mato Grosso, conectada con Bolivia y Perú;
4) Ruta de Capricornio, desde los estados de Mato Grosso do Sul, Paraná y Santa Catarina, conectada, por múltiples vías, a Paraguay, Argentina y Chile; y
5) Ruta Porto Alegre-Coquimbo, abarcando a Río Grande do Sul, integrada a Argentina, Uruguay y Chile.
La apertura de nuevas rutas de integración permitiría no solamente reforzar el comercio de Brasil con sus vecinos, sino reducir sensiblemente el tiempo de comercio con Asia, especialmente para la producción agropecuaria del Centro-Oeste y del Norte brasileño. En los últimos años, a pesar de que el comercio de Brasil con el mundo se haya intensificado y diversificado con relación a los años 2000, las rutas de transporte de la producción e internalización de productos importados cambiaron poco.
Aunque América del Sur haya perdido peso relativo en el comercio exterior brasileño como consecuencia del crecimiento de las exportaciones e importaciones con China, el 85% de las ventas de exportaciones brasileñas para América del Sur son de bienes industriales. Y los vecinos suramericanos son responsables del 35% de todas las ventas externas de alta y mediana-alta intensidad tecnológica.