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Lula: en diez años, Brasil será la Arabia Saudita de la energía renovable
El presidente Lula se dirige a un público de dirigentes y empresarios brasileños y sauditas en Riad. Foto: Ricardo Stuckert / PR
Un matrimonio entre desarrollo social, reducción de desigualdades, generación de empleo y transición energética. Una propuesta de alianzas privadas y estatales para ofrecer al mundo una matriz más limpia, renovable y conectada a los desafíos actuales. Una instigación para que empresarios árabes y brasileños sean más osados para construir un nuevo capítulo de la relación bilateral. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva clausuró el miércoles (29/11), en Arabia Saudita, una mesa redonda dirigida a empresarios y representantes de gobierno de los dos países con estos mensajes.
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Dentro de diez años el mundo dirá que si Arabia Saudita es el país más importante en la producción de petróleo y gas, Brasil será llamado la Arabia Saudita de la energía verde, renovable. Para eso estamos trabajando"
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de la República
Lula hizo hincapié en los compromisos medioambientales de Brasil con una transición energética limpia y renovable, la reducción a cero de la deforestación en la Amazonia para 2030 y las perspectivas de inversión y crecimiento en Brasil en los próximos años, en los que el país estará en el punto de mira internacional al acoger algunos eventos importantes, como las cumbres del G20 y los BRICS, así como la COP30, prevista para 2025 en Belém (Pará).
"Cuento con Arabia Saudita no solo para ayudarnos a organizar el G20, sino para ayudar a organizar la COP 30. Son oportunidades para reducir las diferencias culturales entre nosotros y compartir políticas de desarrollo e inversión. Dentro de diez años el mundo dirá que si Arabia Saudita es el país más importante en la producción de petróleo y gas, Brasil será llamado la Arabia Saudita de la energía verde, renovable. Para eso estamos trabajando", dijo.
El presidente resaltó que Brasil ya tiene ejemplos que mostrar al mundo, con una matriz energética en su mayor parte renovable y avances significativos en alternativas a combustibles fósiles y contaminantes, como eólica, solar, hidroeléctrica, además del potencial del hidrógeno verde.
"Vamos a hacer todo lo posible para transformar a Brasil en el centro del mundo en producción de energía alternativa. Necesitamos todos trabajar con responsabilidad para descarbonizar el planeta para vivir de forma más digna, con mejor calidad de vida y sin miedo a destruir la casa donde vivimos", agregó el presidente.
Subrayó que la COP30 será la oportunidad para que el mundo conozca la Amazonía, no sólo con todas sus riquezas minerales y de biodiversidad, sino con el pueblo que vive en la región. "El mundo entero habla del bosque, del agua dulce de Brasil. Pues, de hecho, el mundo va a conocer lo que es la Amazonia. No solo los millones de árboles que ves cuando pasas en avión. Allí abajo hay muchos minerales críticos aún sin explotar. La biodiversidad más rica del planeta Tierra, pero también hay hombres y mujeres que necesitan sobrevivir. Son pescadores, ribereños, indígenas, brasileños que necesitan que la Amazonía, además de ser preservada, reciba la posibilidad de sobrevivir para dar condiciones de vida digna para las personas".
ARTICULACIONES - Durante su visita al país, el presidente tuvo la oportunidad de una reunión bilateral de más de dos horas con el príncipe heredero y Primer ministro de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, a quien invitó a una visita oficial a Brasil. Ministros y empresarios de los dos países también tuvieron momentos de intercambio de experiencias y de oportunidades de negocios. Embraer anunció tres memorandos de entendimiento con empresas y el gobierno saudí en el sector aeroespacial.
A lo largo de la conversación, Lula enfatizó el potencial de Arabia Saudita, que será una de las nuevas integrantes de los BRICS, en el fortalecimiento del banco del bloque, lo que podría ayudar a cambiar la cara de los bancos multilaterales. "Le dije al príncipe heredero que la entrada de Arabia Saudita a los BRICS puede cambiar la faceta de los bancos multilaterales, que pueden pasar a financiar el desarrollo de los países más pobres sin tasas de interés", dijo Lula.
El líder brasileño aprovechó para enfatizar que la perspectiva de la diplomacia y de los acuerdos trazados en mesas de negociación es siempre más efectiva en la construcción de un futuro mejor para la humanidad, en contrapunto a las guerras que no sólo han generado muertes y destrucción, sino que han traído consecuencias económicas al planeta.
"Las guerras no traen nada más que miseria y muerte y la destrucción de lo que con mucho sacrificio la gente construyó. Nací en la política haciendo el diálogo. Es más barato, más sensato, más eficaz perder horas en una mesa de negociación que matar niños, mujeres, inocentes, hombres", dijo el presidente.
INTERCAMBIO - El presidente explicó el concepto de intercambio, de asociación, de no solo estar interesado en lo que Brasil puede vender a Arabia Saudita, sino en lo que el país y los empresarios pueden adquirir de los árabes para proporcionar crecimiento económico y social para ambas partes.
"No solo nos interesa saber cuánto pueden invertir los fondos de Arabia Saudita en Brasil, sino cuánto pueden invertir los empresarios brasileños en Arabia Saudita. Este intercambio y esta nueva forma de hacer política exterior que puede cambiar un poco la cara del comercio mundial", afirmó.
Por eso, defendió que la reunión celebrada ahora sea apenas un puntapié inicial para muchas otras con los integrantes del país árabe. "El desafío planteado por mí y el príncipe heredero es que nuestros ministros y empresarios no se detengan en esta reunión. Esta es solo la primera. Ellos ahora ya saben que nuestro país tiene buena base intelectual, científica y tecnológica, un sistema financiero sólido, entre bancos privados, de inversión, comerciales, y cinco grandes bancos públicos, y muchas empresas de punta", afirmó el presidente.
Lula incentivó a los empresarios de los dos países a soñar en grande. "Cuando llegué a la Presidencia en 2003, no teníamos ni 100 mil millones de dólares de balanza comercial. Si Brasil asume las responsabilidades por el tamaño que tiene y por la importancia en la geopolítica, puede soñar en 2030 con una balanza de un billón de dólares. Sólo lo logramos si creemos. Hay que soñar en grande, del tamaño de Arabia Saudita y del tamaño de Brasil", afirmó.