Discurso del presidente Lula durante el brindis en la cena ofrecida al presidente Xi Jinping
Es un placer recibir a mi amigo Xi Jinping y a su delegación en Brasilia.
Hoy pudimos corresponder la hospitalidad con la que mi esposa Janja y yo fuimos recibidos en Pekín.
Si no fuera porque somos presidentes de los dos países en desarrollo más grandes de los hemisferios oriental y occidental, muchos dirían que un ingeniero chino y un tornero mecánico brasileño tienen poco en común.
Por diferentes circunstancias de la vida, ambos conocimos de cerca el dolor del hambre y las penurias de la pobreza.
Transformamos las adversidades personales en la más profunda determinación de eliminar estos flagelos de la humanidad.
El presidente Xi es conocido por su dinamismo y su gran sentido de justicia social, cualidades que ha sabido trasladar a sus gestiones.
Es con gran admiración que observamos los resultados de los programas sociales chinos, que han sacado a 100 millones de personas de la pobreza en diez años.
Has liderado a China en un momento de rápidas y profundas transformaciones en el mundo.
Y ha servido de inspiración para los profundos cambios que la humanidad debe emprender para hablar más de paz que de guerras; para cooperar más que competir; para crear más que destruir.
Hace 65 años, un gran sociólogo brasileño llamó a Brasil la "China Tropical" y anticipó que la presencia de nuestros países en el mundo sería cada vez más importante.
Al celebrar hoy medio siglo de relaciones diplomáticas entre Brasil y China, nos convertimos en un ejemplo de cooperación Sur-Sur.
Mostramos, cada uno a su manera, caminos posibles para un desarrollo justo y equitativo.
Nuestros países están comprometidos con la defensa del Derecho Internacional, del multilateralismo y de la solución pacífica de las controversias.
Lo que China y Brasil hacen juntos tiene repercusión mundial.
La sinergia que hemos establecido hoy contribuirá de manera aún más efectiva al logro de nuestros objetivos nacionales de inclusión social y desarrollo sostenible.
Señoras y señores:
Deseo proponer un brindis en homenaje al compañero Xi Jinping y a los cincuenta años de amistad entre China y Brasil, para que podamos seguir trabajando juntos en la construcción de una Comunidad de Futuro Compartido por un Mundo más Justo y un Planeta más Sostenible.
Y hago un brindis especial por la salud de la primera dama Peng Liyuan, quien hoy celebra su cumpleaños.
¡Viva China! ¡Viva Brasil!
¡Salud! ¡Ganbei!