Discurso del Presidente de la República en la reunión del Urban20*
Es fundamental que esta reunión se celebre en vísperas de la Cumbre de Líderes del G20.
Durante milenios, los asentamientos urbanos han atraído las esperanzas de millones de personas.
Sus mercados y comercios son puntos de contacto entre sociedades con frecuencia distantes.
De sus universidades y bibliotecas han salido grandes innovaciones.
En sus calles y plazas, las ideas se hacen realidad.
Los municipios son catalizadores de cambios profundos.
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, que generan el 80 % del Producto Interno Bruto (PIB) global.
Unas pocas megalópolis como Nueva York, Santiago, París y Río de Janeiro producen más riqueza que muchos países enteros.
Al mismo tiempo, los pueblos empobrecidos luchan contra el éxodo de los jóvenes que intentan mantenerse con vida y financieramente viables.
En las ciudades, los adjetivos suelen ser superlativos. Y los contrastes también.
Esto es especialmente cierto en América Latina, que, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es el continente más desigual del mundo y ha experimentado uno de los procesos de urbanización más rápidos de la historia.
La inmensa riqueza generada en las megalópolis no llega a los bolsillos de los trabajadores que las habitan. El conocimiento creado a menudo no llega a los niños.
Los tres ejes prioritarios elegidos por la presidencia brasileña del G20 dialogan directamente con los desafíos que miles de alcaldes de todo el planeta enfrentan en el día a día de sus ciudades.
La lucha contra las desigualdades, el hambre y la pobreza es esencial para la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 sobre las ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
En sociedades cada vez más desiguales, el lugar donde vive una persona es determinante para su acceso a la educación, la salud, el trabajo y la seguridad pública.
Desde este Armazém da Utopia podemos ver el Morro da Providência, la favela más antigua de Brasil.
También estamos a solo diez kilómetros de la favela da Maré, cuna de la concejala Marielle Franco, que fue bárbaramente asesinada debido a su lucha por el derecho a la ciudad y por los derechos humanos – a quien rindo homenaje.
Una cuarta parte de los habitantes del planeta vive en asentamientos precarios.
En Brasil, las mujeres negras son mayoría en estos territorios.
Sus hijos son las mayores víctimas de la desigualdad y de la violencia urbana, que cada año se cobra un número de vidas similar al de las guerras más violentas.
Por ello, he abogado por un nuevo pacto federativo, en el que participen todos los poderes del Estado, para hacer de la seguridad pública una prioridad nacional y mantener con vida a nuestros jóvenes.
También estamos implementando una nueva etapa de nuestro mayor programa de vivienda, Minha Casa, Minha Vida (Mi Casa, Mi Vida), que combina mecanismos innovadores de incentivos con un mercado de vivienda más sostenible.
La lucha de Marielle por una ciudad más inclusiva, una educación pública transformadora y por el acceso a servicios públicos de calidad para todos es imprescindible para crear ciudades sostenibles que satisfagan las necesidades de todos.
La planificación urbana también desempeñará un papel crucial en la transición ecológica y en la lucha contra el cambio climático - la segunda prioridad de nuestro G20.
Las ciudades son responsables del 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 75 % del consumo global de energía.
Estos mismos centros urbanos están desproporcionadamente expuestos a las consecuencias del cambio climático, la subida del nivel de los océanos, las olas de calor, la inseguridad hídrica y las inundaciones abrumadoras, como las que hemos visto recientemente en el sur de Brasil, en Colombia y en España.
La acción climática puede servir como herramienta para una agenda urbana más amplia de inclusión y justicia social.
La transición ecológica es una valiosa oportunidad para generar empleo e ingresos para la juventud en los grandes centros urbanos.
Las ciudades no pueden costear por sí solas la transformación urbana.
No se les puede ignorar en los nuevos mecanismos de financiamiento de la transición climática.
Desafortunadamente, los gobiernos se enfrentan a una enorme brecha de financiamiento en el Sur Global.
Solo una parte de los recursos necesarios llega a los países en desarrollo y una parte aún menor llega a nuestras metrópolis.
Hay un déficit de financiamiento urbano, que no puede seguir el ritmo de la urbanización desordenada en muchas partes del mundo, como África, Asia y América Latina.
Por eso, la tercera prioridad de la presidencia brasileña del G20 es la reforma de la gobernanza global, incluida su arquitectura financiera y los Bancos Multilaterales de Desarrollo.
No será posible construir una Nueva Agenda Urbana sin inversión y sin una gobernanza multilateral adecuada.
Estamos muy orgullosos de tener a la brasileña Anacláudia Rossbach al frente de la ONU-Habitat. Su liderazgo será fundamental para apoyar a los gobiernos nacionales y locales a hacer frente a la crisis urbana, sobre la base de políticas públicas sólidas y basadas en la ciencia. Bienvenida compañera Ana y que tengas mucha suerte.
Hablar de reforma de la gobernanza también implica repudiar la destrucción provocada por las guerras.
La Franja de Gaza, uno de los asentamientos urbanos más antiguos de la humanidad (4.000 a. C.), ha visto destruidos dos tercios de su territorio por bombardeos indiscriminados. El 80 % de sus instalaciones de salud ya no existen.
Bajo sus escombros yacen más de 40.000 vidas segadas.
No habrá paz en las ciudades si no hay paz en el mundo.
Mis estimadas amigas y amigos:
Las ciudades concentran los desafíos, pero en ellas también encontramos las soluciones que buscamos.
Son el hogar de los agentes del cambio que anhelamos realizar.
La presencia de tantas alcaldesas y alcaldes hoy aquí es una prueba de que los gobiernos locales están dispuestos y son capaces de hacer su parte.
La red C40 Ciudades, que actualmente cuenta con casi 100 ciudades afiliadas, se ha comprometido a hacer frente a la crisis climática y a contribuir a limitar el calentamiento global a un grado y medio, construyendo al mismo tiempo comunidades saludables, equitativas y resilientes.
En Brasil hay más de cinco mil municipios. Todos los años, estos líderes locales acuden a Brasilia para presentar sus reivindicaciones en la Marcha Nacional de Alcaldes.
Tenemos que escuchar la voz de las ciudades y confío en que el trabajo de esta reunión del U20 será muy productivo.
Como dice el compositor Hilton Acioli: "Una ciudad parece pequeña si se compara con un país, pero es en mi ciudad, y en la tuya, donde se empieza a ser feliz".
Muchas gracias.
*Cotejar con la versión oral.