Discurso del Presidente Lula en la apertura de la 37ª Cumbre de la Unión Africana
Es con gran alegría que vuelvo por vigésima primera vez a África, ahora nuevamente como presidente de Brasil, para dirigirme a los líderes de la Unión Africana. Vengo para reafirmar la alianza y el vínculo de nuestro país y de nuestro pueblo con este continente hermano.
La lucha africana tiene mucho en común con los desafíos de Brasil. Más de la mitad de los 200 millones de brasileños se reconocen como afrodescendientes. Nosotros, africanos y brasileños, necesitamos trazar nuestros propios caminos en el orden internacional que surge.
Necesitamos crear una nueva gobernanza global, capaz de enfrentar los desafíos de nuestro tiempo.
Las teorías del Estado mínimo ya no se aplican. La planificación del desarrollo agrícola e industrial ha vuelto a formar parte de las políticas públicas en todos los sectores.
Las transiciones energética y digital demandan el estímulo y la orientación de los gobiernos.
Los intentos de restituir un sistema internacional basado en bloques ideológicos no tienen lastre en la realidad. La multipolaridad es un componente inexorable y bienvenido del siglo XXI. La consolidación de los BRICS como principal espacio de articulación de los países emergentes es un avance innegable.
Sin los países en desarrollo no será posible la apertura de un nuevo ciclo de expansión mundial, que combine crecimiento, reducción de las desigualdades y preservación ambiental, con ampliación de las libertades.
El Sur Global se está constituyendo en parte ineludible de la solución a las principales crisis que afligen al planeta.
Crisis que surgen de un modelo concentrador de riquezas, y que afectan sobre todo a los más pobres – y entre éstos, a los inmigrantes. La alternativa a los males de la globalización neoliberal no vendrá de la extrema derecha racista y xenófoba. El desarrollo no puede ser privilegio de unos pocos.
Sólo un proyecto social inclusivo nos permitirá erigir sociedades prósperas, libres, democráticas y soberanas. No habrá estabilidad ni democracia con hambre y desempleo.
El momento es propicio para rescatar las mejores tradiciones humanistas de los grandes líderes de la descolonización africana.
Ser humanista hoy implica condenar los ataques perpetrados por Hamás contra civiles israelíes, y demandar la liberación inmediata de todos los rehenes. Ser humanista impone igualmente el rechazo a la respuesta desproporcionada de Israel, que ha victimizado a casi 30 mil palestinos en Gaza – en su amplia mayoría mujeres y niños – y ha provocado el desplazamiento forzado de más del 80% de la población.
La solución a esta crisis sólo será duradera si avanzamos rápidamente en la creación de un Estado palestino. Un Estado palestino que sea reconocido como miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas - una ONU fortalecida y que tenga un Consejo de Seguridad más representativo, sin países con poder de veto, y con miembros permanentes de África y América Latina. Desde hace dos años la guerra en Ucrania evidencia la parálisis del Consejo. Además de la trágica pérdida de vidas, sus consecuencias se sienten en todo el mundo, en el precio de los alimentos y fertilizantes.
No habrá solución militar a este conflicto. Ha llegado la hora de la política y la diplomacia.
Damas y caballeros,
Con sus mil 500 millones de habitantes, y su inmenso y rico territorio, África tiene enormes posibilidades para el futuro. Brasil quiere crecer junto con África, pero sin dictar caminos a nadie.
El pueblo brasileño está recuperando su soberanía política y económica. Estamos adoptando un proyecto de transformación ecológica, que nos permitirá dar un salto histórico. Estamos rescatando nuestra democracia, haciéndola cada vez más participativa.
Con el programa Bolsa Familia y otras políticas públicas exitosas volveremos a salir del mapa del hambre, sacando a millones de brasileños de la pobreza. Hablar de "Educación Inclusiva", tema de esta Cumbre, es hablar de futuro. En el mundo, casi 250 millones de niños están fuera de la escuela. En Brasil, estamos implantando escuelas a tiempo completo, además del pago de un ahorro para los alumnos más pobres de la enseñanza media, como forma de reducir el absentismo escolar.
Estoy orgulloso de decir que miles de africanos han completado sus estudios en Brasil. Pero hagamos aún más. Ampliaremos el número de becas ofrecidas para recibir estudiantes africanos en nuestras instituciones públicas de educación superior.
Estamos dispuestos a desarrollar programas educativos en África y promover un intenso intercambio de profesores e investigadores. Colaboraremos para que África pueda independizarse en la producción de alimentos y energía limpia.
Son 400 millones de hectáreas repartidas en más de 25 países, con potencial de hacer de este continente un gran granero para el mundo, viabilizando políticas de combate al hambre y la producción de biocombustibles.
También quiero extender nuestra asociación al área de la salud. Hay mucho que aprender de las estrategias sanitarias de ambos lados, y la posibilidad de estructurar sistemas públicos robustos y de amplio alcance.
Trabajaremos con el Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades para abordar las enfermedades tropicales desatendidas. Nuestro objetivo será ampliar el acceso a los medicamentos, evitando la repetición del "apartheid" de las vacunas que hemos visto en COVID-19.
Cuidar la salud del planeta es nuestra prioridad. El imperativo de proteger las dos selvas tropicales más grandes del mundo, la Amazónica y la del Congo, nos convierte en protagonistas de la agenda climática.
Los instrumentos internacionales existentes en la actualidad son insuficientes para recompensar eficazmente la protección de los bosques, su biodiversidad y los pueblos que viven, cuidan y dependen de estos biomas.
Con la recuperación de áreas degradadas, podemos crear un verdadero cinturón verde de protección de los Bosques del Sur Global. Junto con socios africanos, Brasil quiere desarrollar y construir una familia de satélites para monitorear la deforestación.
Para llevar adelante todas estas iniciativas vamos a crear un puesto avanzado de cooperación junto a la Unión Africana en sectores como investigación agrícola, salud, educación, medio ambiente y ciencia y tecnología.
Nuestra representación diplomática en Adís Abeba contará en breve con funcionarios de órganos gubernamentales como la Agencia Brasileña de Cooperación, EMBRAPA y FIOCRUZ, nuestros órganos de investigación y desarrollo en agropecuaria y salud.
Señores y señoras,
Nuestros caminos se reencontrarán en la cumbre del G20, en Río de Janeiro, y en la COP30, en Belém. La presencia de la Unión Africana como miembro pleno del G20 será de gran valor. Pero aún es necesario incluir a más países del continente como miembros de pleno derecho. Tenemos agendas comunes que defender.
Es inadmisible que un mundo capaz de generar riquezas del orden de 100 billones de dólares al año conviva con el hambre de más de 735 millones de personas. Estamos creando en el G20 la Alianza Global contra el Hambre, para impulsar un conjunto de políticas públicas y movilizar recursos para la financiación de esas políticas.
Unos 60 países, muchos de ellos en África, están cerca de la insolvencia financiera y destinan más recursos para el pago de la deuda externa que para la educación o la salud. Esto refleja el carácter obsoleto de las instituciones financieras, como el FMI y el Banco Mundial, que a menudo agravan las crisis que deberían resolver.
Es necesario buscar soluciones para transformar deudas injustas e impagables en activos concretos, como carreteras, ferrocarriles, hidroeléctricas, parques de energía eólica y solar, producción de hidrógeno verde y redes de transmisión de energía. Debemos seguir paso a paso la evolución de las nuevas tecnologías.
La Inteligencia Artificial no puede convertirse en monopolio de pocos países y empresas. Pero también pueden constituir un terreno fértil para el discurso de odio y la desinformación, además de causar desempleo y reforzar sesgos de raza y género, que acentúan injusticias y discriminación.
Brasil promoverá la interacción del G20 con el Panel de Alto Nivel creado por el Secretario General de la ONU para apoyar las discusiones sobre el Pacto Digital Global.
Esperamos, con ello, contribuir a una gobernanza efectiva y multilateral en Inteligencia Artificial y que incorpore plenamente los intereses del Sur Global.
Mis amigas y mis amigos, quiero terminar diciendo que no hay Sur Global sin África.
Retomar el acercamiento de Brasil con África es recuperar lazos históricos y contribuir a la construcción de un nuevo orden mundial, más justo y solidario. Nos permite, sobre todo, sumar esfuerzos en la superación de los desafíos que tenemos por delante.
Muchas gracias.