Declaración a la prensa del presidente Lula después de la reunión bilateral con el presidente de Egipto, Abdelfatah el-Sisi
Bien, antes de leer mi declaración a la prensa, quería decirle al presidente El-Sisi que es una alegría muy grande regresar a Egipto. Y en un momento importante de la política mundial. En un momento en que deberíamos estar hablando del aumento de la producción de alimentos para el mundo, en un momento en que deberíamos estar hablando de crecimiento económico, distribución de renta y generación de empleos, estamos hablando de guerras.
En guerras que muchas veces son tomadas de la forma más insana posible. Porque tenemos la guerra entre Rusia y Ucrania, que por más que busque una explicación, no encuentro una explicación de por qué la ONU no tiene fuerza suficiente para evitar que estas guerras sucedan, anticipando cualquier aventura, porque la guerra no le trae beneficio a nadie. Trae muerte, destrucción y sufrimiento. Y también por la guerra en la Franja de Gaza.
Brasil fue un país que condenó de forma vehemente la posición de Hamás en el ataque a Israel y al secuestro de centenas de personas. Y condenamos y llamamos el acto un acto terrorista. Pero no tiene ninguna explicación el comportamiento de Israel, con el pretexto de derrotar a Hamás, de estar matando mujeres y niños, cosa nunca vista en cualquier guerra de que yo tenga conocimiento.
Y lo que es lamentable, presidente, es que las instituciones multilaterales que fueron creadas para ayudar a solucionar estos problemas no funcionan. Por eso Brasil está empeñado, esperamos contar con el apoyo de Egipto, para que logremos hacer los cambios necesarios en los órganos de gobernanza global.
Es necesario que el Consejo de Seguridad de la ONU tenga otros países participando. Otros países de África, otros países de América Latina participando. Es necesario que haya una nueva geopolítica en la ONU. Es necesario acabar con el derecho de veto de los países. Y es necesario que los miembros del Consejo de Seguridad sean actores pacifistas, y no actores que fomentan la guerra.
Las últimas guerras que tuvimos, la invasión a Irak no pasó por el Consejo de Seguridad de la ONU. La invasión a Libia no pasó por el Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia no pasó por el Consejo de Seguridad para hacer la guerra contra Ucrania. Y el Consejo de Seguridad no puede hacer nada en la guerra en Israel y la Franja de Gaza.
Lo único que se puede hacer es pedir paz por la prensa, pero me parece que Israel tiene la primacía de no cumplir ninguna decisión emanada de la dirección de las Naciones Unidas.
Es necesario que tomemos una decisión. Y no podría dejar de comenzar todo mi discurso agradeciéndole al presidente El-Sisi por ayudar a Brasil para que lográsemos retirar a los brasileños y a las brasileñas que estaban en la Franja de Gaza. Ellos atendieron a nuestro embajador, conversaron mucho, y logramos retirar a prácticamente casi dos mil personas que estaban en Israel y una buena parte de ellas en la Franja de Gaza. Por eso quiero agradecerle públicamente al presidente El-Sisi.
Tengo la satisfacción de volver a El Cairo veinte años después de haber sido el primer presidente brasileño que visitó Egipto. Yo a veces pienso que Brasil estaba fuera del mundo, porque también fui el primer presidente que visitó Beirut y varios países del Medio Oriente. Porque me parece que Brasil no tenía vocación de hacer política externa mirando el Mapa Mundi. Mirábamos hacia los Estados Unidos y Europa y nos olvidábamos del resto del Planeta Tierra.
Entonces decidimos hacer eso y por eso vine aquí a Egipto ya en mi primer año de mandato en el 2003.
Regreso ahora para celebrar el centenario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros países. Hoy, como en el 2003, mi visita tiene por objetivo acercar a Brasil de los países de África y del Medio Oriente.
Las relaciones con Egipto ocupan un papel singular en esta trayectoria.
En la reunión que mantuve con el presidente El-Sisi discutimos temas y acciones que harán nuestra cooperación volver a crecer en la esfera bilateral y expandirse en los foros multilaterales.
Le propuse al presidente elevar nuestras relaciones al nivel de Colaboración Estratégica. Porque dos países que son importantes en sus continentes, que tienen el tamaño de las poblaciones que tienen Egipto en África y Brasil en América Latina, no pueden tener una relación pequeña. Nuestra relación tiene que ser muy fuerte, muy grande, e involucrar todas las actividades posibles, desde la agricultura a la defensa, desde la economía a la ciencia y tecnología, de nuestra relación conjunta para intentar democratizar el funcionamiento de las Naciones Unidas al campo de la educación, en el campo de la cultura.
Espero que los compañeros de Egipto y su presidente puedan establecer con nosotros esta colaboración estratégica, incluso porque nuestro flujo en la balanza comercial de 2 mil millones y 800 millones de dólares es muy pequeño para el tamaño de nuestras economías y para el tamaño de nuestras necesidades. Y le dije al presidente El-Sisi que queremos una relación comercial de gana-gana, una relación en que los dos países ganan. No queremos una relación comercial de sentido único. Lo que queremos es comprar y vender, vender y comprar, para que el resultado final sea una balanza comercial equilibrada y que todos los entes estén satisfechos vendiendo y comprando y viendo nuestras economías crecer.
Somos dos grandes países en desarrollo que apuestan por la promoción del desarrollo económico y social como pilares para la paz y seguridad. Combatimos todas las manifestaciones de racismo, xenofobia, islamofobia y antisemitismo.
Brasil volvió a apoyar la iniciativa egipcia de creación de una Zona Libre de Armas en el Medio Oriente, a semejanza de la que ya existe en América Latina.
En el G20 contamos con el apoyo de Egipto para hacer de la Presidencia brasileña un éxito, en especial en las dos iniciativas que vamos a lanzar: la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza y la Movilización Global contra el Cambio del Clima.
Queremos también promover una amplia discusión sobre la deuda externa de los países africanos. Incluso con la presencia permanente de la Unión Africana en el G20 a partir de este año, la subrepresentación del continente aún demanda por lo menos dos nuevos países de África como miembros plenos.
En los BRICS trabajaremos juntos por la reforma del orden global y en la construcción de la paz, especialmente en un momento en que resurgen presiones proteccionistas y conflictos que penalizan a los países más pobres.
La consolidación de los BRICS como principal espacio de articulación de los países emergentes es un avance innegable a favor de un mundo multipolar.
Actuaremos por la creación de una unidad de valor común en las transacciones comerciales y de inversión de los BRICS, como forma de evitar la dependencia mundial de una única moneda.
El ingreso de Egipto como miembro del Banco de los BRICS también representa un hito en la colaboración efectiva entre las economías emergentes.
Nuestra coordinación con otras naciones en desarrollo es fundamental para el éxito de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 30), que organizaremos en Brasil en el 2025.
Y que debemos tener noción de que necesitaremos mucho de la ayuda y de la experiencia de Egipto que organizó la COP 27 en el 2022.
Mi primer compromiso internacional incluso antes de tomar posesión y mi actual mandato fue la COP 27 aquí en Egipto, por invitación del presidente el-Sisi.
El comercio bilateral crece y hay espacio para diversificar nuestro intercambio aún concentrado en pocos productos. Egipto es hoy el segundo mayor socio comercial de Brasil en África, con intercambio bilateral que llega a 2,800 millones. Nuestros países ya se benefician del acuerdo Mercosur-Egipto, que entró en vigor en el 2017.
Para avanzar ahora en la mayor integración entre nuestros empresarios, propuse la negociación de acuerdo de cooperación y facilitación de inversiones.
Firmamos en esta visita importantes acuerdos en las áreas de ciencia y tecnología y agricultura, que contribuirán para el desarrollo de áreas estratégicas.
La entrada en vigor de un acuerdo en el sector aéreo permitirá vuelos directos Brasil-Egipto y favorecerá un mayor intercambio entre nuestros países.
Tratamos también de la trágica situación humanitaria en la Franja de Gaza.
Desde cualquier ángulo que se mire, la escala de la violencia cometida contra los 2 millones de palestinos en Gaza no encuentra justificación.
Siempre vimos a Egipto como un actor esencial en la búsqueda de una solución para el conflicto entre Israel y Palestina.
Expresé la gratitud de mi gobierno al presidente el-Sisi por su comprometimiento personal en la repatriación de los brasileños.
Es urgente establecer un cese al fuego definitivo que permita la prestación de ayuda humanitaria sostenible y libre, la inmediata e incondicional liberación de los rehenes.
Brasil está terminantemente en contra de intentos de desplazamiento forzado del pueblo palestino.
Por esos motivos, entre otros, Brasil se manifestó en apoyo al proceso instaurado en la Corte Internacional de Justicia por Sudáfrica.
No habrá paz sin un Estado palestino, conviviendo lado a lado con Israel, dentro de fronteras mutuamente acordadas e internacionalmente reconocidas.
Estoy seguro de que hoy estamos inaugurando un nuevo e importante capítulo de nuestras relaciones bilaterales.
Por eso quiero agradecer, presidente, el cariño del pueblo de Egipto y su cariño personalmente.
Muchas gracias.