Discurso del presidente Lula por ocasión del consejo de ministros, en Luanda (Angola)
Querido amigo presidente,
Esta es la primera visita de Estado que hago a un país africano en este mandato.
Es un momento especial, que simboliza el regreso de Brasil a África.
Comenzamos por un país que siempre fue nuestro más grande puente con este continente hermano.
En los últimos años, Brasil trató a los países africanos con indiferencia.
Por primera vez desde la redemocratización, tuvimos un presidente que no hizo ninguna visita a África.
Embajadas brasileñas fueron cerradas.
La cooperación fue abandonada.
Dejamos de actuar juntos en los foros internacionales.
Vamos a corregir estos errores. Y vamos a alzar nuestra colaboración estratégica a un nuevo nivel.
Brasil quiere apoyar a Angola en el esfuerzo de diversificar su economía.
Nuestro comercio puede ser más amplio y diverso.
El intercambio bilateral disminuyó drásticamente a partir del 2015, pero solo en el primer semestre de este año ya creció casi 65% en comparación con el mismo período del 2022.
En el pasado, apoyamos a Angola en sectores estratégicos, como infraestructura y energía. Brasil estuvo presente en el país incluso durante la guerra civil.
El presidente João Lourenço me dijo que ahora la prioridad es hacer una revolución agrícola en el país, para garantizar el crecimiento económico y la seguridad alimentaria de la población angolana.
Brasil es el asociado ideal – enfrentamos desafíos semejantes y hoy tenemos conocimientos, tecnologías y políticas públicas para compartir.
Vamos a elaborar un plan de acción conjunta entre nuestros ministerios de Agricultura.
Estamos desarrollando un programa en el Valle de Cunene que será un nuevo paradigma en nuestra cooperación con África.
En vez de iniciativas puntuales y aisladas, el programa reunirá 25 acciones que se complementan, todas con el objetivo de promover el desarrollo agrícola de esta región.
Esto incluirá desde investigación agropecuaria hasta capacitación para la implementación de políticas de crédito para pequeños productores.
El Valle de Cunene es parecido con el Valle del São Francisco en Brasil – una región históricamente afectada por secas que se transformó en un polo productor de alimentos.
Vamos a buscar asociados en el sector privado brasileño para completar la estructura de irrigación necesaria en Cunene.
Como países poseedores de bosques tropicales, Brasil y Angola deben encontrar soluciones de desarrollo sostenible, conciliando la protección ambiental con el bienestar y la prosperidad para sus poblaciones.
Angola puede sumarse al esfuerzo que comenzamos en la Cumbre de la Amazonia, en Belém, al inicio del mes.
Podemos actuar juntos en el ámbito de las COPs de clima, de biodiversidad y de desertificación.
La transición justa nos ofrece nuevos caminos.
En mayo pasado, tuvo inicio la producción de la primera siderúrgica de hierro arrabio verde en la provincia de Cuando Cubango, con base en carbón vegetal producido a partir de la reforestación de 60 mil hectáreas de tierras degradadas.
Nuestros esfuerzos en el sector de turismo van en la misma dirección. Emprendimientos hoteleros brasileños, en asociación con el estado angolano, traerán prácticas sostenibles como desalinización del agua del mar, tratamiento de residuos sólidos y reciclado.
En el sector de la salud, reanudamos dos frentes de gran impacto. Fortalecer las políticas de prevención, diagnóstico y tratamiento de la lepra en Angola.
La primera fábrica de medicamentos en el país será resultado de un consorcio de tres empresas brasileñas y de la Agencia de Inversión Privada y Promoción de las Exportaciones (AIPEX).
Con el inicio de las operaciones previsto para el 2025, la fábrica de medicamentos generará 280 puestos de trabajo y le permitirá al país atender al mercado local y exportar para otros mercados en África.
En la educación, el proyecto Escuela de Todos aumentará el acceso, la permanencia y el aprendizaje de todos los estudiantes en el sistema de enseñanza angolano, incluso personas con discapacidad.
La ciencia y la investigación formarán parte de nuestra cooperación.
Nuestras agencias de procesamiento de datos y tecnologías de información desarrollarán software juntas, con amplio intercambio de capital intelectual.
Angola tiene condiciones de convertirse en un polo de EMBRAER Defensa en África. La adquisición de aeronaves, como el KC390 y la revitalización de la flota de Tucanos y Super Tucanos traerían transferencia de tecnología.
La industria naval brasileña puede apoyar la modernización de la Marina angolana.
También abordamos la cuestión del financiamiento de operaciones de exportación brasileñas, que es fundamental para apalancar nuestra colaboración económica.
Nuestros equipos técnicos están conversando sobre el establecimiento de nuevas líneas de crédito, que generarán empleo y renta en Brasil y contribuirán para el desarrollo de Angola.
El diálogo entre Brasil y Angola volverá a abordar asuntos regionales y globales.
Felicito al presidente João Lourenço por haber sido agraciado por la Unión Africana con el título de “Líder de la paz y de la reconciliación”, por su actuación en el diálogo entre la República Democrática del Congo y Ruanda.
La guerra en Ucrania tiene un fuerte impacto sobre la seguridad alimentaria en África. La misión de líderes africanos a Rusia y a Ucrania fue un paso positivo para que se comience a pensar en la paz.
Felicito a Angola por su presidencia de la CPLP y por la creación de una dirección de cooperación económica en la organización. En dos días, estaremos juntos en la Cumbre de la CPLP, en São Tomé y Príncipe.
El continente debe tener mayor representatividad en instancias internacionales.
Invité a Angola para participar de las reuniones del G20 a lo largo de la presidencia brasileña, que tendrá inicio en diciembre.
Le reiteré al presidente João Lourenço que la relación de Brasil con Angola es una política de Estado, que independe de las circunstancias.
Continuaremos fortaleciendo nuestra colaboración, para conmemorar los 50 años de las relaciones diplomáticas entre Brasil y Angola, en el 2025, con una agenda abarcadora y sustantiva.
Querido amigo João Lourenço,
Nuestra historia de solidaridad y cooperación apunta para un futuro compartido.
Continuaremos trabajando juntos, unidos por el vasto Atlántico Sur.
He dicho por dónde paso que Brasil volvió al mundo.
Hoy puedo decir que volvimos a Angola. En las palabras del propio Agostinho Neto:
“A nuestras tierras rojas del café
blancas del algodón, verdes de los maizales
vamos a volver.
Vamos a volver a la Angola libertada,
Angola independiente.”
Muchas gracias.