Discurso del Presidente Lula - inauguración de la Galería “Ovídio de Andrade Melo” en el Instituto Guimarães Rosa
En este segundo día de esta histórica visita a Angola, nos dedicaremos a la cultura y a la educación.
Inauguramos hoy la galería Ovídio de Andrade Melo en el Instituto Guimarães Rosa de Luanda, lugar tan lleno de sentidos y de Historia.
El Instituto está instalado en el edificio construido en los años 1920 para ser el Gran Hotel Luanda.
Hospedó por décadas a la élite colonial, hasta la Guerra de Independencia.
Después fue convertido en refugio para los desplazados por la violencia en las provincias del norte.
En el 2014, la Fundación Eduardo dos Santos y el Gobierno brasileño adoptaron la cesión mutua de inmuebles.
En la Baixa dos Sapateiros, en Salvador, cedimos la Casa de Angola.
En la Baixa de Luanda, aquí en el barrio Coqueiros, recibimos el edificio en que se encuentra el Instituto.
Hoy, en este espacio, homenajeamos al embajador Ovídio de Andrade Melo.
Ese gran diplomático y humanista brasileño se destacó por su coraje.
Incluso bajo circunstancias políticas adversas en Brasil, apoyó la lucha del pueblo angolano por su independencia.
En su larga carrera diplomática, siempre acompañado por su esposa Ivony, estuvo al frente de otras tareas de gran relevancia.
Ovídio participó de las negociaciones del Tratado de Tlatelolco, que haría de América Latina y el Caribe una Zona Libre de Armas Nucleares.
Fue un talentoso memorialista y pintor, que dejó un importante legado cultural.
Este Instituto, fruto de la cooperación con Brasil, es un espacio dinámico donde nuestras culturas se encuentran.
Aquí, diferentes generaciones de intelectuales y artistas brasileños y angolanos contribuyen para la escena cultural de Luanda.
Hoy contamos con la ilustre presencia de nombres como Pepetela, Irene A'Mosi y Ondjaki.
También acompañan ex-alumnos angolanos de los programas de intercambio educativo con Brasil.
Muchos de ellos son altos funcionarios gubernamentales e importantes liderazgos de la sociedad civil y del sector privado.
El regreso de Brasil a África se hará también por los caminos de la cultura.
Reeditaremos las Conferencias de Intelectuales de África y de la Diáspora, evento que realizamos en Senegal, en el 2004, y en Salvador, 2006.
Esta iniciativa que acercó a intelectuales de las dos orillas de ese “río llamado Atlántico”, expresión acuñada por una gran africanista brasileño, el embajador Alberto da Costa e Silva.
Como parte de los preparativos de los 50 años de las relaciones diplomáticas entre nuestros países, en el 2025, reeditaremos esa conferencia en Luanda y Salvador.
Con aproximadamente 30 mil brasileños, Angola ya abriga a nuestra mayor comunidad en África.
Por eso instruye el canciller Mauro Vieira estudiar la inauguración de un Consulado General en Luanda, que sería el primero en un país de lengua portuguesa en África.
Quiero terminar con una cita de Pepetela, ganador del Premio Camões:
“No hay nada peor en el hombre que la falta de imaginación.
Es lo mismo en la pareja, es lo mismo en la política.
La vida es creación constante”.
Como he repetido, en las relaciones entre Brasil y Angola, necesitamos soñar alto y soñar lejos.
Muchas gracias.