Discurso del presidente Lula en la clausura de la Cumbre del G20
Bien, primero me gustaría decirles a las autoridades aquí presentes, a sus altezas, a los presidentes, a los primeros ministros, que la naturaleza continúa dando demostración de que necesitamos cuidarla con mucho más cariño.
Esta semana, hace tres días, en Brasil, un ciclón, en el estado de Rio Grande do Sul –donde nunca había ocurido un ciclón–, mató a cuarenta y seis personas y hay casi cincuenta personas desaparecidas. Ello nos llama la atención porque fenómenos como ese vienen ocurriendo en los más diferentes lugares de nuestro planeta.
Quiero primero felicitar al primer ministro Narendra Modi por la conducción eficaz de la Presidencia india del G20, y por el excelente trabajo en la preparación de esta Cumbre y en el cariño que nos fue dedicado a todos nosotros, invitados, este día que pasamos aquí.
Agradezco los esfuerzos de India en darle voz a temas de interés de los países emergentes. Por ello, quiero solidarizarme aquí con nuestro querido compañero, representante de la Unión Africana, que ahora forma parte del G20.
Hace 15 años, este grupo se consolidó como una de las principales instancias de gobernanza global en el rastro de una crisis que estremeció la economía mundial.
Nuestra actuación conjunta nos permitió enfrentar los momentos más críticos, pero fue insuficiente para corregir los errores estructurales del neoliberalismo.
La arquitectura financiera global cambió poco y no se lanzaron las bases de una nueva gobernanza económica.
Surgieron nuevas urgencias. Los retos se acumularon y se agravaron.
Vivimos en un mundo en el que la riqueza está más concentrada.
En el que millones de seres humanos todavía pasan hambre.
En el que el desarrollo sustentable está siempre amenazado.
En el que las instituciones de gobernanza todavía reflejan la realidad de mediados del siglo pasado.
Solo lograremos enfrentar todos estos problemas si tratamos el tema de la desigualdad.
La desigualdad de renta, de acceso a la salud, educación y alimentación, de género y raza y de representación está en el origen de todas estas anomalías.
Si queremos hacer la diferencia, tenemos que colocar la reducción de las desigualdades en el centro de la agenda internacional.
Por ello, la presidencia brasileña del G20 tendrá tres prioridades:
(i) la inclusión social y el combate al hambre
(ii) la transición energética y el desarrollo sustentable en tres vertientes (social, económica y ambiental) y
(iii) la reforma de las instituciones de gobernanza global
Todas estas prioridades están contenidas en el lema de la Presidencia brasileña, que dice: "Construyendo un Mundo Justo y un Planeta Sustentable".
Se crearán dos grupos de trabajo: la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza; y la Movilización Global contra el Cambio Climático.
Necesitamos redoblar los esfuerzos para alcanzar la meta de acabar con el hambre en el mundo hasta 2030, caso contrario estaremos delante del más grande fracaso multilateral de los últimos años.
Actuar para combatir el cambio del clima exige voluntad política y determinación de los gobernantes, y también recursos y transferencia de tecnología.
Queremos más participación de los países emergentes en las decisiones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
Se tiene que equiparar la insustentable deuda externa de los países más pobres.
La OMC tiene que ser revitalizada y su sistema de solución de controversias debe volver a funcionar.
Para recuperar su fuerza política, el Consejo de Seguridad de la ONU necesita contar con la presencia de nuevos países en desarrollo entre sus miembros permanentes y no permanentes.
La comunidad internacional nos mira con esperanza, porque reunimos en el G20 economías de países emergentes y países desarrollados.
Representamos el 80 % del PIB global, el 75 % de las exportaciones y cercal del 60 % de la población mundial.
Para asegurar que el G20 actúe de forma inclusiva y coherente, Brasil pretende organizar los trabajos alrededor de tres orientaciones generales:
Primero, haremos con que los caminos de la política y de las finanzas se coordinen y trabajen de manera más integrada. De nada sirve que acordemos la mejor política pública si no reunimos los recursos necesarios para su implementación.
Segundo, tenemos que oír a la sociedad. No existen gobiernos sin sociedad. La Presidencia brasileña asegurará que los grupos responsables tengan la oportunidad de reportar sus conclusiones y recomendaciones a los representantes de gobierno.
Tercero, no podemos dejar que los temas geopolíticos secuestren la agenda de discusiones de las varias instancias del G20. No nos interesa un G20 dividido. Solo con una acción conjunta es que podemos enfrentar los retos de nuestros días.
Necesitamos paz y cooperación en lugar de conflictos.
El camino que nos llevará de Nueva Delhi a Río de Janeiro exigirá de todos nosotros mucha dedicación y empeño.
Los grupos técnicos y las reuniones ministeriales preparatorias tendrán sede en varias ciudades de todas las cinco regiones de nuestro país.
Por ello, nosotros acogeremos a los integrantes del G20 de brazos abiertos y necesitamos, efectivamente, el apoyo de todas las personas, incluso la experiencia de esta exitosa Cumbre hecha en nuestro querido país que es India.
Tendré el honor de recibirlos a todos ustedes en la Cumbre de Río de Janeiro en noviembre de 2024. Y, antes de recibir el mazo, quiero agradecerle al presidente Modi y agradecerle al pueblo indio por la competencia de la organización.
Quiero decirle, presidente Modi, que yo, particularmente, me emocionó mucho cuando estuve en un homenaje a nuestro querido Gandhi. Todo el mundo sabe que, en mi vida política, Mahatma Gandhi tiene mucho significado, porque la lucha por la no violencia es un ejemplo que, durante muchas décadas lo seguí cuando estaba en el movimiento sindical.
Por ello, me emocioné y quiero agradecer la oportunidad de haber ido a prestarle homenaje a Gandhi y quiero decirles a todos ustedes que Brasil asumirá el G20 y que vamos a hacer un gran esfuerzo para conseguir hacer, por lo menos, igual a lo que los compañeros de India hicieron.
Muchas gracias.