Discurso del presidente Lula durante la XIV Cumbre de la CPLP
Quiero agradecerles al presidente Carlos Manuel Vila Nova y al primer ministro Patrice Trovoada por la organización de este encuentro y al pueblo santotomense por su calurosa hospitalidad.
Escogí São Tomé y Príncipe como punto final de mi primer periplo africano.
En Johannesburgo, participé de una cumbre de los BRICS dedicada a África.
En Luanda, visité al presidente João Manuel Lourenço, en mi primera visita de Estado, en este mi tercer mandato, a un país de este continente.
Es muy oportuno retornar a este bello país para tratar de un asunto que nos une.
Hablar de juventud y sostenibilidad, tema de esta 14ª Cumbre de la CPLP, es hablar de futuro.
Cuando yo era joven, los dilemas de mi generación parecían ser más simples.
Mi objetivo era tener una formación técnica que me abriese las puertas para una profesión y un empleo estable, tener una familia y financiar mi casa propia.
En la política sindical buscábamos organizar a los trabajadores para obtener mejorías en sus condiciones de vida.
En la esfera política, luchábamos por el fin de la dictadura.
Pero cuando hablo con la juventud de hoy, noto que las cosas son mucho más complejas.
Las nuevas generaciones viven con las incertidumbres de un mercado de trabajo que se transforma.
Las nuevas tecnologías son una conquista extraordinaria de la inteligencia humana, pero con ellas el desempleo y la precarización alcanzan nuevos niveles.
El uso irresponsable de las redes sociales, con la propagación de fake news y discursos de odio, amenaza la democracia.
El culto al individualismo lleva a la descreencia de muchos jóvenes en la acción colectiva.
Estas tendencias fueron recrudecidas por la pandemia, que alejó a niños y adolescentes de la escuela y de la convivencia social, ampliando las desigualdades.
Por eso es importante recurrir a la propia juventud para entender esta nueva realidad.
Hace 10 años, los jóvenes de la CPLP tuvieron una actitud premonitoria al adoptar la Carta de la Juventud.
Esta Carta es un instrumento visionario al proponer el concepto de Justicia Intergeneracional.
Las decisiones de hoy afectan directamente los derechos y oportunidades de las próximas generaciones.
No podemos sacrificar el bienestar de los que vendrán.
Ellos ya nos alertaban que el cambio del clima pondría en jaque el futuro del planeta.
La mayoría de los países de la CPLP posee una población joven.
Para que ellos tengan esperanzas de un futuro mejor, la sostenibilidad tiene que ser promovida, desde ahora, en sus tres dimensiones: la social, la económica y la ambiental.
Sin alimentación adecuada no hay perspectiva de una vida digna.
En la CPLP, podemos enorgullecernos de nuestro trabajo conjunto en la promoción de la seguridad alimentaria y nutricional.
Nuestra cooperación en favor de la agricultura familiar y del refuerzo de los programas de alimentación escolar son ejemplos a ser multiplicados.
Saludo la recién concluida reunión del Consejo de Seguridad Alimentaria, realizada con la presencia del Consejo Brasileño – el CONSEA, re-creado en mí gobierno.
África tiene todo para convertirse en una potencia agrícola, con capacidad para alimentar a su pueblo y al mundo.
Brasil continuará siendo un asociado en esta tarea.
El Programa Más Alimentos, que relancé en junio pasado, permite que pequeños productores puedan tener acceso a financiamiento para la compra de tractores e implementos agrícolas.
Así como en el pasado, una versión del Programa Más Alimentos para África debe ser reanudada como otra vertiente de la cooperación Sur-Sur brasileña.
La educación es otra área central de cooperación.
La formación técnica y académica es el pasaporte para la autonomía de la juventud en la construcción de sus proyectos de vida.
Tengo mucho orgullo de decir que más de 1700 estudiantes de los países lusófonos concluyeron estudios de graduación en Brasil en los últimos 20 años.
Cito aquí a nuestro compañero, el presidente José Maria Pereira Neves, de Cabo Verde, que hizo su curso de graduación en Administración en Brasil.
Ayer en Luanda, me encontré con varios ex-estudiantes angolanos que se graduaron en universidades brasileñas.
Mucho de ellos son altos funcionarios gubernamentales e importantes liderazgos de la sociedad civil y del sector privado.
Además del envío y recibimiento de alumnos, debemos fomentar la investigación y la colaboración - presencial y a distancia.
Para la efectiva implementación del Acuerdo de Movilidad de la CPLP, estamos reglamentando la emisión de visas para la comunidad académica, científica, cultural y empresarial.
Pero formar a nuestra juventud no es suficiente.
Con los cambios en el mundo del trabajo, vivimos el desafío de dinamizar nuestras economías garantizando trabajo digno, salario justo y protección a los trabajadores y trabajadoras.
Este es el espíritu de la iniciativa en defensa del trabajo decente que lanzaré con el presidente Biden al margen de la próxima Asamblea General de la ONU.
Las transiciones digital y ecológica deben ser aprovechadas para generar oportunidades y evitar la concentración de renta y la desigualdad.
La promoción del comercio y de inversiones debe garantizar empleos dignos y verdes, y tener como objetivo la diversificación de nuestra pauta exportadora más allá de las commodities.
La iniciativa angolana de incorporar la cooperación económica como nuevo pilar de nuestra comunidad ayudará a interconectar nuestros mercados.
Somos casi 300 millones de consumidores esparcidos por cuatro continentes y con un PIB de 2,3 billones de dólares.
Mis queridos amigos y amigas,
El enfrentamiento al cambio del clima es uno de los ejes centrales de mi política externa.
Al inicio del mes reunimos en Belém a los presidentes de los países amazónicos.
Realizamos también diálogos con la sociedad civil que contaron con casi 30.000 participantes.
Muchos allí eran jóvenes que se comprometen de diversas formas en la lucha contra el cambio del clima.
Debemos colocar a las personas en el centro de las políticas públicas, creando soluciones que remuneren de forma equitativa la preservación de los bosques y de la biodiversidad.
Tenemos que evitar el neocolonialismo que lleve a un nuevo ciclo de explotación predatoria de minerales críticos y otros recursos naturales.
La transición ecológica tampoco debe servir de pretexto para nuevos proteccionismos verdes.
Con su energía y creatividad, los jóvenes son la fuerza motriz en la búsqueda por soluciones innovadoras para desafíos del desarrollo sostenible.
Ellos también mantendrán la lengua portuguesa - el gran patrimonio común que nos une - viva y en constante renovación.
Como nos enseña el poeta santotomense Marcelo da Veiga:
“La lengua es la unidad
Ella es la consciencia
Que desde la más tierna edad
Dice del derecho a la independencia.”
O como dice el compositor brasileño Caetano Veloso:
“La lengua es mi patria
Yo no tengo patria, tengo matria.
Y quiero fratría.”
Que la CPLP sea nuestra fratría.
Una gran fraternidad unida por el idioma y por la búsqueda de soluciones sostenibles y pacíficas en un tiempo de grandes incertidumbres.
Muchas gracias