La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) fue instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1964, para ser el punto focal del sistema de las Naciones Unidas dedicado al tratamiento integrado de las cuestiones de comercio y desarrollo, y cuestiones relacionadas, como las finanzas, tecnología, inversiones y espíritu emprendedor.
Es el organismo de las Naciones Unidas con el mandato específico para tratar de la relación entre el comercio internacional y el desarrollo. Su legitimidad se ve confirmada por la participación tanto de países desarrollados y como de países en desarrollo en sus trabajos. En ese contexto, Brasil actúa para mantener, reforzar y desarrollar las actividades de la Conferencia en sus tres pilares: formación de consensos, cooperación técnica e investigación y análisis sobre desarrollo.
Cada cuatro años, los países miembros de la UNCTAD (es decir, todos los países de las Naciones Unidas) se reúnen en una conferencia para definir los lineamientos estratégicos para el próximo período de trabajo. Actualmente, rige el mandato de la XIV UNCTAD, realizada en Nairobi en 2016. La 15ª UNCTAD, prevista para octubre de 2020, en Bridgetown (Barbados), tuvo que ser aplazada debido a la pandemia de COVID-19.
Los programas definidos por la Conferencia son ejecutados por la Secretaría del órgano, que es responsable de los servicios para apoyar el cumplimiento del mandato de la Conferencia. Las unidades de la Secretaría, a su vez, asisten a la Junta de Comercio y Desarrollo, órgano intergubernamental permanente, al que se subordinan dos comisiones temáticas: la Comisión de Comercio y Desarrollo; y Comisión de Inversiones, Emprendimiento y Desarrollo. Las comisiones pueden convocar reuniones de expertos para profundizar los debates técnicos.
Desde su creación en 1964, la UNCTAD ha hecho una importante contribución al desarrollo del sistema multilateral de comercio. De sus discusiones surgieron, por ejemplo, los Acuerdos de Productos Básicos y el Sistema General de Preferencias Comerciales (SGP), mediante el cual los países desarrollados otorgan preferencias a los países en desarrollo. La Organización también apoyó la negociación y operación del Sistema General de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo (SGPC). La UNCTAD también garantizó un papel importante en la realización de investigaciones y debates intergubernamentales sobre temas como productos básicos, comercio internacional de bienes y servicios, inversiones, política de competencia, entre otros, buscando analizar y llevar al debate los temas relevantes de la agenda económica internacional, desde la perspectiva de los países en desarrollo.
Participación brasileña en la UNCTAD
Brasil fue uno de los países que impulsó la realización de la I UNCTAD y su institucionalización, siendo siempre uno de sus miembros más activos. Para Brasil, inicialmente, la UNCTAD fue el foro para discutir la reforma de las estructuras del comercio y de los flujos de inversión internacional, en línea con el análisis crítico desarrollado en la década de 1950 en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En la década de los ochenta, bajo una nueva perspectiva, Brasil fue uno de los líderes de la reforma de aquella institución, reforzando su papel como centro de reflexión sobre el desarrollo económico.
Actualmente, Brasil mantiene la visión de que la institución no debe limitarse a actividades de asistencia técnica para los Países de Menor Desarrollo Relativo, sino que también debe buscar ampliar su capacidad como centro de análisis y discusión sobre temas de desarrollo, en busca de consensos internacionales. Además, los estudios de la UNCTAD y su base de datos económicos y comerciales son herramientas importantes para la elaboración de estrategias de negociación en la OMC y para iniciativas de promoción comercial.
XIV UNCTAD (Nairobi 2016)
El documento final de la UNCTAD-XIV logró preservar el mandato central del organismo en los temas de interés de los países en desarrollo, reafirmando su trabajo en todas las áreas relevantes de la labor de la UNCTAD y al conferir tratamiento equilibrado a sus tres pilares. Además, varios de los acuerdos alcanzados refuerzan el pilar intergubernamental de la UNCTAD. De hecho, se acordó la creación de dos grupos de expertos intergubernamentales (IGEs), uno sobre comercio electrónico y economía digital y otro sobre financiación para el desarrollo. Estos grupos ofrecen la oportunidad para que los miembros busquen aprovechar más las instancias de deliberación, así como el potencial del organismo como "think-tank" y generador de ideas que puedan ayudar a formar consensos en otros foros.