Mecanismo de examen periódico universal (EPU)
Resumen
Todos los estados miembros de las Naciones Unidas se someten periódicamente al EPU, un mecanismo establecido en el contexto de la creación del Consejo de Derechos Humanos (CDH) por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006.
La metodología adoptada por el EPU pretende hacer efectivos los principios de igualdad entre naciones, respeto a la soberanía y no selectividad a la hora de abordar la situación de los derechos humanos de los distintos países. El mecanismo también ofrece a todos los Estados la oportunidad de presentar, de forma constructiva, transparente y no politizada, sus consideraciones, preocupaciones y elogios sobre la situación interna de los derechos humanos de sus pares. El EPU proporciona un entorno propicio para el diálogo, el intercambio de experiencias y la cooperación internacional en materia de derechos humanos.
Durante el EPU, los Estados examinados presentan las innovaciones legislativas y las políticas públicas aplicadas para promover y proteger los derechos humanos a nivel nacional. También comparten información sobre los avances y desafíos existentes, y pueden recibir comentarios y recomendaciones sobre cómo superar las posibles limitaciones al ejercicio de los derechos humanos en sus territorios. Estas recomendaciones pueden ser aceptadas o no por el Estado bajo revisión.
En 2017, el Consejo de Derechos Humanos inició el 3er ciclo de evaluaciones de la RPU. El primer ciclo tuvo lugar entre 2008 y 2011 y el segundo ciclo duró de 2012 a 2016. Brasil, según lo establecido, fue incluido en el primer grupo de países examinados en este ciclo. Esta evaluación se llevó a cabo en mayo de 2017, en el marco de la 27a sesión del Grupo de Trabajo del EPU, que está integrado por 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos.
Recomendaciones
Las recomendaciones son un elemento importante del Mecanismo de Examen Periódico Universal. Señalan el interés de los Estados en contribuir, de manera constructiva, a la promoción y protección de los derechos humanos en otros países, de manera no selectiva y no politizada.
El número de recomendaciones ofrecidas a los países durante el EPU ha aumentado a lo largo de los ciclos. Habiendo sido uno de los primeros países en estrenar en el mecanismo, en 2008, Brasil recibió solo 15 recomendaciones durante el primer ciclo, mientras que en 2012, el número saltó a 170 y, en 2017, a 242. Un fenómeno similar ocurrió con otros países: Argentina recibió solo 21 recomendaciones en mayo de 2008, seguidas de 118 en octubre de 2012 y 188 en noviembre de 2017; China, por su parte, recibió 47 recomendaciones en diciembre de 2008, 252 en octubre de 2013 y 346 en noviembre de 2018. La delegación de Francia recibió 33 recomendaciones en mayo de 2008, 165 en enero de 2013 y 297 en enero de 2018.
El aumento constante de la proporción de recomendaciones indica el interés y la confianza de los Estados miembros de la ONU en el mecanismo del EPU. En las semanas previas a la evaluación de sus países, las misiones permanentes en Ginebra suelen difundir una nota diplomática en la que informan de su participación en el mecanismo, reiteran su compromiso con los valores que lo motivan y, finalmente, invitan a otros países a participar activamente mediante la formulación constructiva de recomendaciones.
Una vez presentadas las recomendaciones en el plenario, corresponde al país examinado decidir si las acepta o simplemente toma nota. Las recomendaciones aceptadas se convierten en compromisos asumidos por el país ante sus pares, de forma voluntaria y soberana, y deben ser aplicadas de buena fe.
Documentos importantes
Durante el Examen Periódico Universal, se invita a los países a formular recomendaciones basadas en:
(i) el informe nacional presentado por el país examinado;
(ii) información producida por los procedimientos especiales del CDH (grupos de trabajo, expertos y expertos independientes), por órganos de tratados y otros órganos de la ONU;
(iii) otras fuentes, como documentos elaborados por organizaciones de la sociedad civil e instituciones nacionales de derechos humanos.
Participación de Brasil en el 3er ciclo y preparación para el 4o
En la evaluación más reciente de Brasil, realizada en mayo de 2017 como parte del 3er ciclo del EPU, el país aceptó 242 de las 246 recomendaciones recibidas y tomó nota de cuatro.
Brasil se compromete a implementar las recomendaciones aceptadas, dentro del marco legal del país. Gran parte de las recomendaciones de la RPU requieren una acción continua del Estado brasileño o la profundización de los programas sociales existentes, involucrando a diferentes áreas del gobierno. Algunas de las recomendaciones se refieren a medidas legislativas o normativas, que requieren amplias consultas.
En noviembre de 2019, Brasil presentó, por primera vez, un informe a periodo parcial sobre la implementación de las recomendaciones aceptadas, en cumplimiento de un compromiso voluntario asumido durante su candidatura a la reelección al CDH en el mismo año. Brasil fue uno de los pocos países que presentó un informe de periodo parcial dentro del período reglamentario. El texto del informe fue objeto de consultas públicas y su elaboración fue coordinada por el Ministerio de Familia, Mujer y Derechos en alianza con el Ministerio de Relaciones Exteriores y otras áreas del gobierno.
Como seguimiento, Brasil debe presentar el informe final del 4º ciclo hasta julio de 2022, informando sobre el trabajo desarrollado para cumplir con las recomendaciones y sobre los desafíos que requieren esfuerzos adicionales. Se espera que la revisión brasileña se lleve a cabo durante la 41a sesión del Grupo de Trabajo de RPU, en octubre de 2022.
La elaboración de informes nacionales implica un intenso ejercicio de coordinación entre los diferentes Poderes y niveles de gobierno, así como el diálogo con la sociedad civil, con miras a elaborar un documento que resuma las medidas adoptadas para implementar recomendaciones previamente aceptadas, avances logrados y desafíos existentes sobre la situación de los derechos humanos en el país.