Los países
participantes en la Octava Conferencia Regional sobre la Mujer de
América Latina y el Caribe,
Recordando que
han transcurrido seis años desde la adopción del Programa de Acción
Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001,
cinco años desde la adopción de la Plataforma de Acción de Beijing y
tres años desde la Séptima Conferencia Regional, donde se
identificaron los obstáculos y áreas prioritarias de acción
establecidas en el Consenso de Santiago,
Considerando
el Consenso de Puerto España, aprobado en la Tercera Conferencia
Ministerial del Caribe sobre la Mujer, en octubre de
1999,
Reiterando
su adhesión a la Convención sobre la eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer, como marco jurídico de los
compromisos asumidos en la Conferencia Regional sobre la Mujer de
América Latina y el Caribe y de la Cuarta Conferencia Mundial sobre
la Mujer, así como nuestra responsabilidad primordial en la
implementación de dichos acuerdos y la rendición de cuentas al
respecto,
Reconociendo
que existe un consenso global sobre la pertinencia y la necesidad
impostergable de cumplir con todos los compromisos asumidos en las
reuniones intergubernamentales regionales y mundiales, en especial
la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo (1992), la Conferencia Mundial de Derechos Humanos
(1993), la Conferencia Internacional sobre la Población y el
Desarrollo (1994), la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (1995)
y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995), y sus
exámenes quinquenales, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
los Asentamientos Humanos (Hábitat II) (1996) y la Cumbre Mundial de
la Alimentación (1996),
Reconociendo
los esfuerzos realizados por los gobiernos de la región en el
sentido de institucionalizar la perspectiva de género en las
políticas públicas, creando mecanismos encargados de formular
políticas de equidad e igualdad,
Afirmando la
necesidad de acelerar, profundizar y consolidar los avances logrados
hasta la fecha, enfrentando activamente las restricciones y
obstáculos provocados por la persistencia de políticas y prácticas
culturales que al no tomar en consideración la perspectiva de género
acentúan la inequidad, particularmente la de género,
Preocupados
por la persistente discriminación en el goce de los derechos
humanos universales, indivisibles, inalienables e
interdependientes,
Considerando
que es prioritario superar en el plazo más breve posible todos los
obstáculos que impiden el desarrollo humano sustentable, la
erradicación de la pobreza, el logro de la justicia social y la
presencia paritaria de las mujeres en la vida política, así como el
acceso de éstas a una ciudadanía plena en los países de la
región,
Reconociendo que a pesar de los logros
evidentes y reales alcanzados por las mujeres y niñas de América
Latina y el Caribe, la estructura fundamental de las relaciones
entre los géneros sigue siendo desventajosa para la mayoría de
ellas,
Preocupados
por las profundas inequidades económicas y sociales y la
escalada de la cultura de la violencia, incluida la violencia sobre
la base del género, que se evidencia en América Latina y el
Caribe,
Reconociendo
que la globalización económica, la liberalización del comercio, los
programas de ajuste estructural y la deuda externa y los
consiguientes patrones de migración son factores que, entre otros,
pueden tener repercusiones concretas y a veces negativas en la vida
y la situación de las mujeres, en particular de las regiones
económicamente menos desarrolladas, y pueden provocar la
desintegración de familias, comunidades y naciones,
Preocupados
por la asignación de insuficientes recursos para el desarrollo y
para la aplicación de la Plataforma de Acción de Beijing, aprobada
por la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer,
Reconociendo
la importancia de contribuir a lograr una presencia equitativa de
las mujeres en los medios de comunicación y una representación digna
en los mismos,
Reconociendo
el importante aporte de las organizaciones no gubernamentales,
especialmente de las mujeres de América Latina y el Caribe, incluso
las establecidas a partir de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la
Mujer, en la implementación, el monitoreo y la evaluación de la
Plataforma de Acción de Beijing y del Programa de Acción Regional,
así como en el diseño y la implementación de políticas públicas
orientadas a la equidad e igualdad de género,
Acogiendo con
beneplácito los documentos preparados por la Secretaría de la
CEPAL para la Octava Conferencia Regional, especialmente el
documento "El desafío de la equidad de género y de los derechos
humanos en los albores del siglo XXI", y reconociendo que éste
refleja el enfoque compartido por los gobiernos de la región luego
de sucesivas evaluaciones e informes recogidos, en muchos casos, con
participación de la sociedad civil,
Habiendo
analizado el tema "Equidad de género: base de una sociedad justa" y,
en ese contexto, dos áreas estratégicas del Programa de Acción
Regional: 1) equidad de género, y 2) derechos humanos, paz y
violencia,
Los países
participantes en la Octava Conferencia Regional sobre la Mujer de
América Latina y el Caribe, se comprometen a:
a) Fortalecer la
implementación del Programa de Acción Regional, inclusive más allá
del año 2001, así como promover la efectiva implementación de la
Plataforma de Acción de Beijing, y participar activamente en el
proceso de evaluación y seguimiento de la Cuarta Conferencia Mundial
sobre la Mujer;
b) Promover la
aplicación efectiva de la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer y de la Convención
interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer, como marco jurídico de todas las acciones
programáticas de los dos instrumentos mencionados en el párrafo
anterior, y exhortar a los Estados Partes a que revisen sus reservas
a ambas convenciones;
c) Instar a los
Estados de la región a que suscriban, ratifiquen e implementen el
Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer;
d) Reorientar las
políticas públicas, colocando la equidad social y de género en el
centro de las preocupaciones gubernamentales, y lograr tal objetivo
basando sistemáticamente estas políticas en evaluaciones de su
diferente impacto sobre hombres y mujeres para vigilar su
aplicación;
e) Crear o
fortalecer los mecanismos institucionales para la promoción de la
mujer y la igualdad de oportunidades, dotándolos de recursos
adecuados de toda índole, personalidad jurídica y autonomía
presupuestal, así como del respaldo político al más alto nivel,
entre otras cosas para que impulsen y vigilen la aplicación de
políticas de género en forma transversal;
f) Impulsar
políticas socioeconómicas que promueven el crecimiento y el
desarrollo sustentable con equidad e igualdad, para combatir la
transmisión intergeneracional de la pobreza a través de la
asignación, la redistribución y el incremento de
recursos;
g) Recalcar la
necesidad de aplicar un enfoque coherente, coordinado y
participativo entre todos los partícipes en el desarrollo para
ejecutar los planes y programas nacionales de erradicación de la
pobreza, que tomen plenamente en cuenta la perspectiva de
género;
h) Promover
medidas positivas para superar cualquier efecto negativo de la
globalización y liberalización del comercio, y asegurar el acceso
justo y equitativo a sus beneficios y oportunidades;
i) Orientar las
políticas del Estado para corregir las desigualdades y garantizar
los derechos humanos de las mujeres y niñas, prestando especial
atención a las mujeres rurales, a las indígenas, a las negras, a las
discapacitadas, a las desarraigadas, a las migrantes y a las
refugiadas, focalizando su acción en la eliminación de la brecha
existente entre igualdad de hecho y de derecho y tomando en cuenta
el carácter pluricultural, multiétnico y multilingüe de los países
de la región;
j) Fortalecer la
democracia en la región mediante la adopción de políticas y medidas
que faciliten el disfrute por parte de las mujeres de sus plenos
derechos de ciudadanía en condiciones equitativas y su participación
en la adopción de decisiones en todos los sectores y en todos los
niveles, teniendo presente que la democracia está basada en la
voluntad del pueblo, libremente expresada, para determinar su propio
régimen económico, político, social y cultural;
k) Apoyar el
fortalecimiento y el trabajo de las organizaciones y redes de
mujeres en la sociedad civil, para ampliar su capacidad de ejercer
influencia en la vida pública de los países en lo que respecta a la
búsqueda de solución al problema de la desigualdad de la mujer y su
participación en el diseño, evaluación y monitoreo de las políticas
públicas;
l) Respaldar la
ejecución de planes y programas de acción destinados a asegurar a
niñas y niños el acceso a la educación y una adecuada cobertura y
calidad de la misma, así como promover la eliminación de toda forma
de discriminación sexista de los procesos y contenidos educativos y
eliminar los estereotipos que se reproducen por este
medio;
m) Promover un
cambio cultural que involucre a todos los estamentos de la sociedad
en el proceso de potenciación de la mujer y en la búsqueda de la
equidad y la igualdad de género, incorporando particularmente a los
hombres como parte integrante y activa de este cambio;
n) Garantizar la
protección de los derechos humanos de las mujeres, incluidos los
derechos sexuales y reproductivos, y hacer frente a las violaciones
de estos derechos prestando particular atención a todas las formas
de violencia sobre la base del género y a sus causas básicas,
incluida la reproducción de una cultura de violencia;
o) Garantizar a
nivel nacional la atención preventiva e integral de la salud de las
mujeres y el acceso equitativo a servicios de salud de calidad en
todas las etapas de su vida, considerando la incidencia diferencial
del género en los procesos de salud y enfermedad;
p) Formular y
perfeccionar programas encaminados a proteger la salud y los
derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, de conformidad con
las disposiciones adoptadas en El Cairo por la Conferencia
Internacional sobre la Población y el Desarrollo y en Beijing por la
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer;
q) Promover
medidas que aseguren una mejor calidad de vida de la mujer en todas
las etapas de su vida, especialmente en la tercera edad;
r) Prevenir y
combatir todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y
sus causas básicas;
s) Promover y
movilizar, con el apoyo de la cooperación internacional, los
recursos necesarios para la protección y atención de las mujeres,
las niñas y los niños víctimas de conflictos armados;
t) Promover la paz
de acuerdo con los principios y propósitos de la Carta de las
Naciones Unidas, como condición indispensable para alcanzar el
desarrollo social y económico con equidad;
u) Desarrollar
estrategias tendientes a lograr más y mejores empleos para las
mujeres, y sistemas equitativos de protección social;
v) Promover el
reconocimiento de la contribución social y económica del trabajo no
remunerado de las mujeres, predominantemente en el hogar, e instar a
los gobiernos a incluir a las mujeres que lo realizan en los
sistemas de seguridad social;
w) Promover
acciones que estimulen el acceso equitativo de las mujeres a las
comunicaciones y las nuevas tecnologías de información, y que
contribuyan a contrarrestar estereotipos sobre las mujeres en los
medios de comunicación;
x) Fortalecer el
sistema de recolección y procesamiento de datos estadísticos
desagregados por sexo y adoptar indicadores de género que
contribuyan al diagnóstico de la situación de las mujeres y a la
implementación de políticas públicas a nivel nacional y regional, y
hagan posible un mejor seguimiento y evaluación de los acuerdos
regionales e internacionales;
y) Instar a los
organismos de cooperación internacional bilaterales y multilaterales
a que fortalezcan los programas de apoyo técnico y financiero sobre
la base del respeto mutuo y promuevan el intercambio de
experiencias, considerando que la cooperación internacional es un
medio eficaz para promover la igualdad y equidad y los derechos
humanos;
Los países
participantes en la Octava Conferencia Regional sobre la Mujer de
América Latina y el Caribe deciden:
1. Declarar que el
Consenso de Lima constituye la contribución regional al período
extraordinario de sesiones de la Asamblea General titulado "La mujer
en el año 2000: igualdad entre los géneros, desarrollo y paz para el
siglo XXI";
2. Poner a
consideración del vigesimoctavo período de sesiones de la CEPAL
(México, D.F., 3 al 7 de abril de 2000) los acuerdos adoptados por
la presente Conferencia.